FALSE

Page Nav

HIDE

HIDE

HIDE

Grid

GRID_STYLE
TRUE

Top Ad

//

Últimas novedades

latest

Como y por qué fingir el orgasmo...

  Como varón (puto, pero varón al fin) , me gustaría derribar el mito de que los hombres no podemos fingir el orgasmo. ¡Cuánta impericia y h...

 Como varón (puto, pero varón al fin), me gustaría derribar el mito de que los hombres no podemos fingir el orgasmo. ¡Cuánta impericia y honestidad por parte de los que pregonan tal cosa! Aunque en el hombre se vea todo, existen formas de fingir el orgasmo.




¿Por qué fingir? Cada uno encontrará su razón. Yo lo hago por firme convicción gateril con rasgos de frigidez, no he de mentir. Tengo momentos en que a lo que se refiere el tema sexo, nada podría importarme menos. Y con el tiempo me di cuenta que no basta solamente con hacer acabar a los hombres. Muchos quieren que vos también acabes, probablemente, para preservar su autoestima de que ellos pueden satisfacer de la misma forma en que fueron satisfechos. Nunca olviden que el sexo es poder.

"Hacerle el favor" al hombre jamás termina en "hacerle el favor". Dense cuenta que si millones de mujeres lo hacen, por algo es. ¿Qué pasa si yo no tengo ganas, porque quiero irme a dormir, por ejemplo? Podría iniciar una charla para intentar convencerlo de que no se me canta, a riesgo de que se enoje, o podría recurrir a esta pequeña mentirilla blanca (justo) que a nadie daña.

La técnica de fingir el orgasmo es muy sencilla. Si sos activo, el preservativo genera todo el encanto: cuando notes que él ya acabó, simplemente decí que vos también y punto. Yo con los años aprendí a simular la disminución del ritmo que ocurre durante el orgasmo y sé que si hubiera un premio a la actuación de ese rubro, yo estaría entre los y las finalistas.

Él jamás podrá darse cuenta; dejame decirte por qué: nadie está dispuesto a evaluar un preservativo que está recubierto por su propia mierda. ¡Oh, bendito botón de caca, de las misteriosas formas que tiene Dios de salvarnos! Simplemente me retiro y me voy al baño para sacarme el preservativo, que será lanzado rápidamente por el inodoro para ocultar la evidencia.

¡Listo! Ahora solo tengo que volver a la cama, estar un rato abrazado e irme por fin a dormir.