Fernando Garrido | Con esto de la pandemia las cosas cambiaron y de estar todos los dÃas en la oficina donde cada tanto tenia algunos toques...
Fernando Garrido | Con esto de la pandemia las cosas cambiaron y de estar todos los dÃas en la oficina donde cada tanto tenia algunos toques con compañeritos ocasionales me tuve que empezar a alimentar de grindr y otras apps cuando tocó quedarme en casa #quedateencasa
La cosa es que la pareja de la mina, es él que le hace el mantenimiento a las pc's del laburo. Yo no lo sabia me enteré en pandemia. El flaco un dÃa vino a casa porque me tenia que poner un software que hace el punto-punto con la empresa y tenia que hacerlo in situ.
Sabia por esta mina (mi jefa) que el pibe estaba fuerte porque alguna vez en épocas de oficina me habÃa contado que la tenia loca en la cama, que era muy pedigüeño a nivel sexual y que estaba más bueno que comer dulce de leche. Pero nunca relacioné que era el de informática.
No le di mucha bola, salvo el que uno puede dar tomando cafecito en la oficina. La cosa quedó ahà y luego cada cual a su casa.
Ahora está tocando mi puerta
La cosa cambió cuando un dÃa me tocan el portero y lo tengo al pibe en cuestión en la puerta de mi casa esperando que le abra. Cuando me bajé del ascensor en el tramo que separa este de la puerta vidriada del palier el cuerpo me empezó a temblar, no era para nada lindo. ERA HERMOSO! La concha tenia una suerte bárbara!
Como pude lo hice pasar. El pibe era perfecto! De unos treinta y algo con una sonrisa de aviso de televisión, yo estaba en jogging echo un mamarracho!
Me mira -y sonriendo- (la puta que linda sonrisa), me dice: da gusto estar en bolas en casa no?, mirándome los pantalones o el bulto, no sé, yo tenia que dominarlo porque sentÃa que se estaba empezando a despertar...
Como pude entré, atrás de él indicándole por donde tenia que ir, lo deje en la computadora y me fui al dormitorio a cambiar (en un acto involuntario, lo ventilé, pensaba en eso mientras iba para el comedor y le ofrecia café). Me miró de arriba abajo riéndose cómplice y me dijo: no hacia falta que te cambiaras...
Me fui a la cocina a hacer café y a esperar que me bajara un poco la pija, era un papelón. Estaba mirando como la cafetera filtraba, concentrado, me habÃa colgado para que negarlo y de golpe lo tengo atrás mÃo en la cocina diciendo: tenemos un problema, (temblé) el olor de ese macho era narcótico. PodÃa hacer conmigo lo que quisiera y creo que el tipo lo sabia. Finalmente me dice: no me reconoce la placa, tengo que traer algunas cosas de la empresa para ponértela a punto. Te jode que te la toquetee?
NOOOOOOOOOOOOOOOOO (lo pensé o lo dije?)
Me miraba con una sonrisa y le dije que no, que claro que no, que hiciera lo que quisiera, (creo que se dio cuenta que yo estaba hablando de mi cuerpo).
Me dijo que tomaba el café y que volverÃa al dÃa siguiente. Nos sentamos en el living el despatarrado en uno de los sillones individuales con las gambas abiertas como ofreciéndome ese tesoro, ese paquete que parecÃa tenia un buen trozo de oro. Cada tanto se tocaba el ganso y a mi no hay nada que me vuelva mas loco que un tipo que se toca la chota. De la nada me pregunta: si estaba en pareja, si vivÃa con algún chabón o me gustaba el toco y me voy, asà en ese orden... Yo lo miraba con una sonrisa estúpida y pensaba que era la pareja de mi jefe.
No sé de donde salieron estas palabras pero me encontré preguntándole antes de responder si él habÃa tenido alguna vez alguna historia con un flaco. Listo ya podÃa salir al balcón y tirarme. Me querÃa matar! No podÃa creer que le hubiera preguntado eso! ATREVIDO! Me iban a rajar del laburo. El flaco me metÃa una piña se iba y le comentaba a la mina que el puto del laburo lo habÃa avanzado... todas cosas asà corrÃan por mi mente.
Y me dice: todos los tipos hemos tenido algún toqueteo, miradas en el gimnasio o en un baño, nadie puede decir que no. Yo soy muy sexual y me encanta que me chupen la pija! Y los hombres saben lo que quieren otros hombres. Me miraba fijo con una sonrisa relajada en la cara. Me arrodillé y esperé instrucciones...
Se bajó la bragueta y saco una verga gigante que estaba babosa (se ve que el estaba aguantando también la calentura). Cuando me habÃa metido toda la pija en la boca y estaba degustando todos sus estados de ánimo, me suelta: "cuando te fuiste a cambiar supe que Ãbamos a terminar asÃ". Si te portás bien y sos discreto te puedo alimentar las veces que quieras. Yo también estaba gomoso, dilatado y de hecho me tenia a sus pies, arrodillado.
Me tuvo entre sus piernas (mi lugar en el mundo) orando y aspirando el olor de sus bolas, su perfume y su chota, como veinte minutos hasta que pasamos al dormitorio (el que habÃa ventilado -soy previsor-). Y ahà ya sin ropas pude ver que tenia un cuerpo esculpido, (jamás me hubiera imaginado antes con un hombre asà en la cama), la pija enorme y como una roca, la que me costaba entrar toda en mi boca, hasta que me agarro y dándome vuelta para un 69; yo arriba y el abajo me metió su verga entera enterrada hasta la garganta y me empezó a dar una soberbia mamada de orto. Me tenia listo para lo que quisiera.
Cuando lo consideró suficiente me dio unas palmadas en la cola que estaba chupando, me metÃa acompasadamente sus dedos y me puso de costado, me giró la cara, daba unos besos con su lengua investigando todas mis cavidades y poco a poco me iba metiendo su colosal verga #apelo, (¡jamás me penetraron con tanta facilidad! Es más soy de tener problemas para dilatar y este tipo lo habÃa hecho todo con lengua, dedos y saliva!). Me estuvo bombeando una eternidad y en un momento -fue el único que no lo vi sonreÃr- me miro con una cara de desesperación y devoción enorme, los ojos vidriosos, mientras empezaba a explotar en mis entrañas y a acabarme. Largos chorros calientes chocaban en mi interior y desataron una reacción en cadena, cuando el hubo acabado el que empezó a morir brevemente fui yo.
El mientras tanto recibÃa mi leche en su mano y me miraba contento, besándome sincronizadamente como un reloj. Nos quedamos abrazados un largo tiempo hasta que su pene ya fláccido salió de mi y yo no podÃa creer que estaba vivo.
Nos bañamos, tomamos otro café y ya me aclaro que el armado de la computadora va a ser lento y moouuuuyyy lento, que la voy a tener operativa para trabajar, pero que va a tener que seguir pasando para hacerme el service...
Me miraba con una sonrisa y le dije que no, que claro que no, que hiciera lo que quisiera, (creo que se dio cuenta que yo estaba hablando de mi cuerpo).
Me dijo que tomaba el café y que volverÃa al dÃa siguiente. Nos sentamos en el living el despatarrado en uno de los sillones individuales con las gambas abiertas como ofreciéndome ese tesoro, ese paquete que parecÃa tenia un buen trozo de oro. Cada tanto se tocaba el ganso y a mi no hay nada que me vuelva mas loco que un tipo que se toca la chota. De la nada me pregunta: si estaba en pareja, si vivÃa con algún chabón o me gustaba el toco y me voy, asà en ese orden... Yo lo miraba con una sonrisa estúpida y pensaba que era la pareja de mi jefe.
No sé de donde salieron estas palabras pero me encontré preguntándole antes de responder si él habÃa tenido alguna vez alguna historia con un flaco. Listo ya podÃa salir al balcón y tirarme. Me querÃa matar! No podÃa creer que le hubiera preguntado eso! ATREVIDO! Me iban a rajar del laburo. El flaco me metÃa una piña se iba y le comentaba a la mina que el puto del laburo lo habÃa avanzado... todas cosas asà corrÃan por mi mente.
Y me dice: todos los tipos hemos tenido algún toqueteo, miradas en el gimnasio o en un baño, nadie puede decir que no. Yo soy muy sexual y me encanta que me chupen la pija! Y los hombres saben lo que quieren otros hombres. Me miraba fijo con una sonrisa relajada en la cara. Me arrodillé y esperé instrucciones...
Se bajó la bragueta y saco una verga gigante que estaba babosa (se ve que el estaba aguantando también la calentura). Cuando me habÃa metido toda la pija en la boca y estaba degustando todos sus estados de ánimo, me suelta: "cuando te fuiste a cambiar supe que Ãbamos a terminar asÃ". Si te portás bien y sos discreto te puedo alimentar las veces que quieras. Yo también estaba gomoso, dilatado y de hecho me tenia a sus pies, arrodillado.
Me tuvo entre sus piernas (mi lugar en el mundo) orando y aspirando el olor de sus bolas, su perfume y su chota, como veinte minutos hasta que pasamos al dormitorio (el que habÃa ventilado -soy previsor-). Y ahà ya sin ropas pude ver que tenia un cuerpo esculpido, (jamás me hubiera imaginado antes con un hombre asà en la cama), la pija enorme y como una roca, la que me costaba entrar toda en mi boca, hasta que me agarro y dándome vuelta para un 69; yo arriba y el abajo me metió su verga entera enterrada hasta la garganta y me empezó a dar una soberbia mamada de orto. Me tenia listo para lo que quisiera.
Cuando lo consideró suficiente me dio unas palmadas en la cola que estaba chupando, me metÃa acompasadamente sus dedos y me puso de costado, me giró la cara, daba unos besos con su lengua investigando todas mis cavidades y poco a poco me iba metiendo su colosal verga #apelo, (¡jamás me penetraron con tanta facilidad! Es más soy de tener problemas para dilatar y este tipo lo habÃa hecho todo con lengua, dedos y saliva!). Me estuvo bombeando una eternidad y en un momento -fue el único que no lo vi sonreÃr- me miro con una cara de desesperación y devoción enorme, los ojos vidriosos, mientras empezaba a explotar en mis entrañas y a acabarme. Largos chorros calientes chocaban en mi interior y desataron una reacción en cadena, cuando el hubo acabado el que empezó a morir brevemente fui yo.
El mientras tanto recibÃa mi leche en su mano y me miraba contento, besándome sincronizadamente como un reloj. Nos quedamos abrazados un largo tiempo hasta que su pene ya fláccido salió de mi y yo no podÃa creer que estaba vivo.
Nos bañamos, tomamos otro café y ya me aclaro que el armado de la computadora va a ser lento y moouuuuyyy lento, que la voy a tener operativa para trabajar, pero que va a tener que seguir pasando para hacerme el service...