Por Pitoconpatas | Siempre me ha gustado mucho experimentar cosas excitantes, y una de las que más me ha fascinado es lo clandestino, el ...
Por Pitoconpatas | Siempre me ha gustado mucho experimentar cosas excitantes, y una de las que más me ha fascinado es lo clandestino, el estar excitado en un lugar público y con la exaltación de ser descubiertos, o en su caso de que haya quien quiera participar. Esto me sucede muy a menudo en mis viajes en el metro de la ciudad de México, que siempre me hacen el viaje ameno y divertido.
En alguna ocasión, cerca del metro Cd. Azteca, ligue con un chavo muy guapo y sobre todo muy sexy. Llevábamos varias estaciones tocándonos y estabamos muy calientes. Al llegar al final del recorrido, me invitó a un lugar cercano y callejero: un puente peatonal. La verdad es que no es el mejor lugar para hacer cosas, ya que es un paso muy sucio, pero a la vez es un sitio muy obscuro y con difÃcil vista (claro que de noche) a quien pasara por la banqueta o en sus carros.
La escena era loca, yo con mis pantalones hasta abajo en la calle, con una boca experta mamando en mi entrepierna y un espectador morboso viendo lo que hacÃamos. Este delirio sexual me hizo venirme como loco y que mi mamador se tomara toda la leche de hombre que me extrajo de la verga. Fue una experiencia loca y única, que de momento no he podido experimentar de nuevo.