Por Lalo | Relatos de los lectores | Es curioso lo que voy a poner, porque más allá de ser abiertamente puto, masculino y muy contento con...
Por Lalo | Relatos de los lectores | Es curioso lo que voy a poner, porque más allá de ser abiertamente puto, masculino y muy contento con ser varón, sin ningún tipo de atracción hacia ningún tipo de forma femenina, lo que más me define es una sola cosa: soy un pajero.
Entro muchas, demasiadas veces a este sitio (en donde ya he dejado dos relatos) y me llevo imágenes mentales que luego utilizo para hacerme la paja. Amo el porno y tengo muchos videos y actores favoritos, pero al palo, abierto de piernas y en mi cama pienso en el relato del pibe rasta, en lo que cuentan de Lavalle VIP, en experiencias teteriles mÃas que ya compartÃ, en la historia del cementerio de Chacarita, hasta en los usuarios que ya veo y reconozco y con los cuales ya hemos hecho cosas (hola, LecheDeLuca) con resultados sexuales.
Me detengo en esto último, la razón de esta confesión y el detonante que me hizo dar cuenta de mi adicción a este sitio.
No lo conozco, pero paso todos los dÃas con el San MartÃn por la estación Villa del Parque, veo donde estaba el shopping, veo el baño de Devoto, veo a algún pibe lindo hincha de River bajarse en esas estaciones y mi cerebro solo me dispara un nombre: Fernando River.
Y ya se me pone gomosa.
Mentalmente me construà una especie de monstruo Frankenstein basándome en lo que cuenta este usuario y me resulta irresistible: un veinteañero bisexual, con novia, que se descarga en as teteras, hincha de River, que no sé si chupa, besa, pero en mis fantasÃas lo hace sin problemas.
Y me encontré a mi mismo haciéndome la paja e imaginando las cosas que podemos hacer, como la tiene, como habla, como besa y las cosas que me dice mientras se la mamo.
Me imagino el horario en el cual nos encontramos a las apuradas, mis dedos recorriendo su pelo mientras me la chupa y me toca el orto, el baño donde lo hacemos, la cama donde nos encontramos finalmente, como chapamos, su casa, hasta la cara de su novia.
Me siento un poco imbécil una vez que acabo, porque lo hice pensando en algo que NO PASÓ con alguien a quien NO CONOZCO y al que le pongo la cara que quiero en ese momento.
Soy un varón hecho y derecho de 28 años, en pareja, no puedo calentarme como si tuviese 13 con una calentura platónica.
Pero después se me pasa y me rÃo, total es lindo no perder esa especie de inocencia púber y tonta de calentarse y ponerse al palo con cualquier cosa.
Ustedes hacen arte: aguante este sitio, quiero dar las gracias.