Ivan Mon | En los saunas es común que abunde la histeria, parecería que la mayoría de los tipos andan buscando el hombre perfecto para c...
Me encontraba en el sauna que estaba en la calle Medrano, relojeando por los cuartos oscuros y boxes, en uno de los pasillos un pibe lleno de tatuajes ofrecía su pija larga al palo, acerque mi mano en tono amistoso y no hubo resistencia, comencé a pajearlo mientras él sostenía su toalla y cerraba los ojos de placer, estuve así un rato hasta que acerqué mi boca a su entrepierna y comencé a chupar, así estuvimos unos minutos hasta que quise ponerle un forro, ahí se enojó (aún no sé porqué) y se fue violentamente.
Mi cola expuesta a piacere, en ese momento se arrodillo y se puso darme un beso negro profesional (su barba candado me raspada gratificantemente la zona, mientras su lengua me violaba)
Me dejó con ganas y resignado me fui a un box con la puerta abierta esperando a ver si pescaba algo, en ese momento un tipo de unos 40 años, petiso y delgado, se acercó a mi tocándose el bulto por encima de la toalla, tenía un barba candado y una mirada lujuriosa que me intrigaba, posé mi mano en su paquete tanteando la mercadería y no sentí nada, pero él me apretó el culo con sus dos manos de una manera que no pude resistirme a entrar con él en el box.
Ahí no sacamos las toallas y vi su minúsculo miembro flácido asomándose, me dio ternura así que me agache para darle una mamada a fin de ponerlo duro, pero luego de unos breves minutos me retiró y me dio vuelta contra la pared elevando una de mis piernas sobre la especie de banco que hay en esos box, dejando mi cola expuesta a piacere, en ese momento se arrodillo y se puso darme un beso negro profesional (su barba candado me raspada gratificantemente la zona, mientras su lengua me violaba) así estuvo un buen rato, mientras yo podía ver como se masturbaba y pensaba en mis adentros – no importa que la tenga chica, la señora mamada de ojete que me está dando lo valía todo-
Mientras me comía la cola escuche como abría el preservativo y se lo colocaba. Cuando ya estaba listo alcancé a manotear y me lleve una gran sorpresa, su minúsculo miembro no era tal, era un chota larga y gruesa, pero sobre todo durísima, con una cabeza grandemente desproporcionada, parecía un hongo.
En ese momento me agarro de las caderas bajándome a su altura y empezó a penetrarme, que dolor sentí al principio, hasta que la cabeza entró del todo, ahí se quedó un rato mientras yo sentía como ni anillo palpitaba sobre su pija dura, luego empezó un vaivén lento, y con cada mentida, me enterraba mas y más su pija, hasta que finalmente en un envión me la clavo hasta los huevos….
¡Que dolor y que placer! Me dejo con las manos contra la pared, con la rodillas semiflexionadas para que el petiso me tuviera a su altura y en esa posición me mordía la espalda mientras me atravesaba con fuerza y sin piedad, creo que estuvimos abotonados como 15 minutos y luego empecé a escuchar sus jadeos, rápidamente comencé a masturbarme mientras aun lo tenía adentro, para poder acabar juntos, la gota que rebalsó el placer fue la sensación de estar siendo mirado a través de los gloryholes, los voyeurs, finalmente sentí a pesar del forro el calor que emanaba de él dentro de mi recto, en ese instante largue un chorro de wasca contra el piso, y luego otro y otro, en cada contracción él se derretía en placer, terminado los dos agotados contra la pared.
Llené el piso de leche y él llenó el forro de con la suya, debo confesar que a pesar de haber estado preparado higiénicamente para el evento, la pija del petiso era tan larga que llegó hasta fondo, saliendo con un aroma suave pero inesperado, igual con la calentura fue lo de menos.
Cuando todo esto pase espero volver a encontrarme con el petiso en algún otro sauna...