Mariano Sepulveda | Ahora que la cuarentena es solo un tema virtual y que la gente está hasta el orto de Alberto y sus filminas, empiezan a ...
Mariano Sepulveda | Ahora que la cuarentena es solo un tema virtual y que la gente está hasta el orto de Alberto y sus filminas, empiezan a salir estudios que asà lo demuestran. Lo que la tele mostraba como cosa de inadaptados que nos iban a matar a todos resultó mas real que lo que pensábamos. Asà las cosas y con el grindr y la bragueta abierta les cuento:
Quienes estamos pasando el aislamiento en casa, sabemos que una de las consecuencias es la sobreexposición a las pantallas. En éstas, los cuerpos hegemónicos reciben los ‘me gusta’ sin chistar. En las historias se alternan los memes gordo-odiantes con las rutinas fit de quienes hacen deporte para luchar contra este fantasma estético que construyen.
“Ya empecé a echar panza”, escribe bajo su foto de Adonis en cuarentena un cis varón gay sobreactuando el drama y el beboteo. Abajo los likes le validan la utopÃa. Afuera estamos los mortales indignándonos con él que no muestra un mÃnimo de registro y empatÃa, pero enojándonos también con lo que nos muestra el espejo.
No tenemos muchas opciones: o somos hegemónicos o nos tenemos que volver “positivos” y amar nuestros cuerpos tal y como son. Ojalá pudiésemos abrazar lo dado y alcanzase con la foto que reza: “este es mi cuerpo y lo amo asÔ. Pero no es tan fácil. Un cuerpo hegemónico existe y gana. Uno abyecto debe ser la voz de una revolución y la valentÃa para agradar. Me likean el gesto, no la verga.
Estaba en casa el otro dÃa con un vecino pendejito que vive en el 9º y al que literalmente parti al medio, le di pija por todos lados. Cuando me hube derramado dentro suyo y dejó de gemir por toda la sodomÃa sufrida -es que estaba muy necesitado- me dijo en el proceso de vestirnos para abrirle: "en las fotos estás más flaquito... TenÃa ganas de decirle que lo que importaba era el tamaño de mi chota ( que es grande) y no el de la panza, que vengo comiendo pizza hace 100 dÃas...
Respecto al uso de otros recursos, como las videollamadas y la masturbación, “en un momento aparecieron como una opción, pero después se vieron superados, porque no es lo mismo”.
Son muchos dÃas. Una masturbación virtual puede sostenerse un tiempo. Pero, después, la necesidad de estar con el otro fue despertando el deseo. Y también el hecho de encontrarse sexualmente en forma virtual estimuló las ganas de encontrarse en forma carnal. No es que quedó ahÃ
Al respecto, un dato preocupante en la encuesta de AHF Argentina fue que más de la mitad (el 56%) de los que rompieron el aislamiento no usaron siempre preservativos. Incluso, de ellos, hubo un 26% que dijo no ponérselo nunca.