Lisandro | Relato de los lectores | La página es fabulosa, me parece fascinante. Sobre todo por que tenemos la posibilidad de conocer hi...
Es sin duda uno de los lugares donde mejor la pasé en la estación Humberto Primo.
Generalmente había joda a toda hora, y demasiado tránsito muchas veces. Hay días en que los canas no joden y otros en los que te rompen las pelotas no dejándote coger en paz. Los aborrezco. Me juego que como cogen como el culo en sus vidas se la hacen imposible a los demás.Generalmente enganchas un buen trió, a veces, depende la hora, somos siempre los mismos. Desde gente humilde de la zona cercana hasta pibes "Lacoste".
También mucho con mucha pinta chongo, deportiva, "gorrita" que chupan pija a lo pavote. Ni que hablar de los "preparados" que ni bien entienden un amague, se lubrican solos el culo para que se los cojan, si pueden mas de uno. Una vez entré, (solía ir los fines de semana a cualquier hora) y estaban los mingitorios todos ocupados de pajeadores histéricos que apenas echaban miraditas mariconas al de al lado. Esa vez me mandé a un reservado y entró un chonguito al toque, en cuanto me miró la chota intempestivamente, me la puso dura como piedra.
Tenía mucha pinta de cancha, en domingo de fútbol, gorrita con visera tirada para atrás, robusto...con cara de barra brava. Se arrodilló al toque y se la engulló íntegra.Chupaba como si la sed de pija no lo dejara respirar. Sentimos que entraba alguien, nos deshicimos de la escena. Al toque nos dimos cuenta que el que había entrado comía pija en sanguche más de una vez por día. Volvió a su labor, mirándome mientras chupaba. El recién llegado, enloqueció con la escena y se hincó también, pidiéndole por favor le prestara mi pija. Al toque tenia a uno saboreándome la cabeza de la chota y al otro sobre la base del tronco jugando entre las bolas. Se chocaban las cabezas, Se peleaban por engullirla hasta el fondo. Se turnaban.El más chonguito empezó a pedirme leche.
En un momento se escuchó otro ruido y se levantó.Se me acerco al oído. Me susurró mirándome a los ojos.... "o me das leche o me voy"... en tono amenazante. Le conteste que por supuesto, que se la merecía...!
Bajó instantáneamente y en dos lamidas más empecé a chorrearlos a borbotones. Conté seis sacudidas, cuatro se las deglutió el chongo sin dejar escapar una gota y las otras fueron a la cara y la lengua del segundo pibito, que a esta altura se lo estaban cogiendo y gemía como una gata en celo.El barra brava se limpió la cara y se pasó la lengua por los labios buscando una gota que había caído perdida. Rápidamente me subí la bragueta y me fui.