Ivan Mon | Semen, leche, polvo (todo Sud Amer), Wasca (Arg), mekos (mex), porra (Br), lefa (España). tantos adjetivos como significantes. ...
Ivan Mon | Semen, leche, polvo (todo Sud Amer), Wasca (Arg), mekos (mex), porra (Br), lefa (España). tantos adjetivos como significantes. El Semen, origen de vida y de placeres, lÃquido que evoca los morbos más escondidos en la psiquis de las personas. Si bien el erotismo del semen es independiente del rol sexual, en los homosexuales tiene un papel más particular pues se convierte en la clara evidencia del orgasmo de tu compañero de turno.
Me agarró de los pelos de la nuca con sus dos manos y empezó a meter y sacar su miembro, cada vez más rápido, y cada vez más profundo, yo lo miraba desde el piso arrodillado y mi saliva se escurrÃa por sus testÃculos y cada tanto me la sacaba de la boca por las arcadas, o por la asfixia que me provocaba.
TenÃamos un relación estable, aunque a escondidas de todo el mundo, él tenÃa la capacidad de eyacular hasta tres veces en un solo encuentro, esa tarde me hizo chupársela hasta el punto de clÃmax –quiero probar algo- me dijo, cuando estaba a punto de estallar me puso en cuatro y me acabo en la cola, pero no se detuvo, comenzó a puertear y se le puso durÃsima de nuevo, uso su leche como lubricante y poco a me la metÃa para darme un cogida espectacular, era tanta la calentura que lo deje acabarme adentro.
Me agarró de los pelos de la nuca con sus dos manos y empezó a meter y sacar su miembro, cada vez más rápido, y cada vez más profundo, yo lo miraba desde el piso arrodillado y mi saliva se escurrÃa por sus testÃculos y cada tanto me la sacaba de la boca por las arcadas, o por la asfixia que me provocaba.
"Cuando le chupaba los testÃculos, sus gemidos aumentaban. Se levantó de la cama y guió mi cabeza hasta el borde de la cama, dejándome boca arriba –Relaja la garganta- me dijo."A cada quien le cabe de diferente manera, he conocido gente que le genera cierta repulsión por el olor o la textura, pero son los menos. Hay hombres que les encanta usarlo como lubricante natural, hay otros que quieren regarlo en la piel del compañero casi como marcando territorio, también están los que disfrutan de recibirlo en el rostro (no tragarlo) solo recibirlo como si fuera la forma más cercana a compartir el goce del proveedor de leche. Por último están los que necesitan sentirlo dentro de la boca, saborearlo y hasta tragárselo.
TenÃamos un relación estable, aunque a escondidas de todo el mundo, él tenÃa la capacidad de eyacular hasta tres veces en un solo encuentro, esa tarde me hizo chupársela hasta el punto de clÃmax –quiero probar algo- me dijo, cuando estaba a punto de estallar me puso en cuatro y me acabo en la cola, pero no se detuvo, comenzó a puertear y se le puso durÃsima de nuevo, uso su leche como lubricante y poco a me la metÃa para darme un cogida espectacular, era tanta la calentura que lo deje acabarme adentro.
La realidad es que muchos tardan en animarse a tragarse la leche de otro hombre, quizás los primeros pasos se dan al intentar saborear el propio semen en la punta de los dedos, pero no es lo mismo. Un amigo me contaba que le generaba arcadas el sabor y que era imposible tragárselo, sin embargo lo volvÃa loco sentir ese momento en el que el macho con el que estaba descargaba un chorro de semen en su boca, “es una sensación de lÃquido cálido, agradable y un poco espeso, me gusta solo es momento, después tengo que escupirlo”.
Creo que esta demás mencionar los riesgo de ETS (si bien son menores que en el sexo anal, existen y hay que tomar los recaudos). Pero la primera vez que te tragas la leche de alguien con deseo, algo cambia, algo liberador ocurre, quizás la persona te da mucha confianza y llegan a puntos máximos de intimidad, o quizás estas en un punto donde ya nada te interesa, en resumen se cruza un lÃmite, eso sin duda. Y el riesgo sigue existiendo...
Era la segunda vez que venÃa a mi departamento, ahora no hacÃan faltas excusas solo querÃamos disfrutar de nuestros cuerpos, ambos desnudos con un 69 en la cama, cuando le pasaba la lengua en la entrepierna podÃa sentir que sus latidos se aceleraban, cuando le chupaba los testÃculos, sus gemidos aumentaban. Se levantó de la cama y guió mi cabeza hasta el borde de la cama, dejándome boca arriba –Relaja la garganta- me dijo.
Se puso de pie abriendo sus piernas sobre mi cara y posando la punta de su miembro en mi boca, automáticamente mi boca se abrió y recibió su gruesa pija, él fue metiéndola poco a poco, y relajando la garganta, con arcadas y mañas para poder respirar me la metió hasta el fondo, sentÃa que me la desgarraba. Comenzó a bombear y por momentos me ahogaba en mi propia saliva y él la sacaba un poco, pero rápidamente la volvÃa a encajar, fueron 10 minutos de ahogo y placer, cuando solo sus gemidos me dieron la señal de que se venÃa.
Todo fue silencio, solo sentà un chorro cálido en mi garganta, luego otro y uno más, se quedó unos segundos sobre mà y luego retiró su miembro suavemente y que como una brocha fue dejando su trazo de leche en mi lengua, lo disfruté y él también.
Creo que esta demás mencionar los riesgo de ETS (si bien son menores que en el sexo anal, existen y hay que tomar los recaudos). Pero la primera vez que te tragas la leche de alguien con deseo, algo cambia, algo liberador ocurre, quizás la persona te da mucha confianza y llegan a puntos máximos de intimidad, o quizás estas en un punto donde ya nada te interesa, en resumen se cruza un lÃmite, eso sin duda. Y el riesgo sigue existiendo...
Era la segunda vez que venÃa a mi departamento, ahora no hacÃan faltas excusas solo querÃamos disfrutar de nuestros cuerpos, ambos desnudos con un 69 en la cama, cuando le pasaba la lengua en la entrepierna podÃa sentir que sus latidos se aceleraban, cuando le chupaba los testÃculos, sus gemidos aumentaban. Se levantó de la cama y guió mi cabeza hasta el borde de la cama, dejándome boca arriba –Relaja la garganta- me dijo.
Se puso de pie abriendo sus piernas sobre mi cara y posando la punta de su miembro en mi boca, automáticamente mi boca se abrió y recibió su gruesa pija, él fue metiéndola poco a poco, y relajando la garganta, con arcadas y mañas para poder respirar me la metió hasta el fondo, sentÃa que me la desgarraba. Comenzó a bombear y por momentos me ahogaba en mi propia saliva y él la sacaba un poco, pero rápidamente la volvÃa a encajar, fueron 10 minutos de ahogo y placer, cuando solo sus gemidos me dieron la señal de que se venÃa.
Todo fue silencio, solo sentà un chorro cálido en mi garganta, luego otro y uno más, se quedó unos segundos sobre mà y luego retiró su miembro suavemente y que como una brocha fue dejando su trazo de leche en mi lengua, lo disfruté y él también.