Historias calientes

Matías Barrenechea | Relatos de los lectores | Verano... reposeras en el pasto del fondo de la casa de un amigo. El prendió un faso. Estáb...

Matías Barrenechea | Relatos de los lectores | Verano... reposeras en el pasto del fondo de la casa de un amigo. El prendió un faso. Estábamos frente a frente. Secándonos al sol, salidos de la pileta. Yo me acariciaba la nalga, y eso parece que lo encendió. Inclinó la cabeza, (él estaba como a 4 metros de distancia)...

Le pregunté: ¿que miraba? A vos te miro, me contestó. Fue lo único que nos dijimos. La reposera era baja, lo que hacia que mis rodillas quedaran altas. El boxer suelto que tenía caía y dejaba ver mi nalga. El (me hacía seña que corriera la pierna para verme mejor), mientras seguía fumando. Ya fue pensé... y empecé a jugar con mis dedos. Me acariciaba y con cada caricia iba un poco más adentro.

El (seguía sentado) pero abrió bien las gambas y se empezó a pajear con el boxer puesto. Yo cerré los ojos y con mis dedos fui un poco mas adentro. Abrí los ojos para verlo Y vi que se estaba sacando el boxer. Estaba al re palo. Se empezó a pajear mientras fumaba y eso me calentaba. Cerré los ojos y seguí mi juego de masturbación anal y paja. Entonces sentí el humo del faso. Ya lo tenía encima abrí los ojos.

Me clavó la mirada.
Me levanto las gambas y me penetró.

Fue sin decir nada. Absolutamente nada. Como pude le agarré el cuello y nos comimos la boca. Estábamos muy calientes. Pero lo mas bueno fue ver como el hijo del vecino, se asomaba por la pared y miró todo. Un pendejo de unos 15 años. No se si él se dio cuenta. Yo no se lo dije.
Fue una de las experiencias mas intensas que viví.

Acabamos, Y nunca mas se habló del tema ese dia. Pero... (obviamente) no fue la última vez.