Por Mr. Brightside | Había andado por el oeste. En el baño de Liniers un tipo se pajeo alevosamente al lado mío, con una pija hermosament...
Cuando volví a casa instintivamente abrí mis perfiles. Y casi de inmediato me empieza a hablar un vecino, hetero casado de trampa, con el que ya había estado. Que tenía el mambo de venir todo tapado (de capucha, anteojos oscuros cubriéndole toda la cara) y sin intercambiar una sola palabra. Me re sorprendió porque lo había visto varias veces en todo este tiempo conectado y siempre me clavaba el visto (y no lo que yo quería, ja!). Pero esta vez parece que la suerte estaba de mi lado. Me pregunta que estoy haciendo y le digo que estoy al pedo en casa (guiño). Me dice que anda con ganas de que le tiren la goma (bingo!). Le digo entonces que se venga, sin vueltas. "Estoy recién saliendo de jugar al futbol, estoy todo chivado"... UFFFFFF CON MAS RAZÓN!!!! Un buen macho con gusto y olor a macho, todo para mí. Me dice que al estar así todo chivado y no darse tiempo a pegarse una ducha, sería solo pete, que no espere nada más. Recordaba muy bien esa poronga, bien llenadora, pero sobre todo esos huevos hermosos y grandes que la acompañaban. De solo imaginarme con la nariz hundida ahí mientras me daba un atracón de pija y huevos ya la chota me explotaba y se me hacían agua la boca y la cola. Le remarque que se venga, que yo lo deslechaba como sea. Me insiste en que no hablemos ni una palabra, que pasa al dpto., pela, le tiro la goma y se va. "¿Qué haces si algún día te cruzo por la calle?". Sé a dónde quería llegar. Estos tipos hetero para todo el mundo, casados, bien tapados y de trampa, lo último que quieren es una mariquita gritandoles IUJUUUUUUUUUUU agitando el brazo cual reina cuando los ven en la calle.
"No haría nada, no se quien sos". "En 5’ paso" me responde.
Yo por suerte estaba preparadisimo para ese momento. Si bien el me había dicho que NO me iba a coger esta vez, mientras lo esperaba pensé "si de casualidad se sobrecalienta y le da por pedirme el rosquete, nada de perder tiempo buscando forros!" e inmediatamente me puse un par y un sobrecito de gel en el bolsillo del short que yo tenía puesto. Así que cuando me pidió forros, no hice más que meter mi mano en mi bolsillo derecho y darle uno. "Ponete en 4" fue la última frase que le escuche articular. Ni lerdo ni perezoso, previo vuelo de mi short por los aires y de manotear el sobre de gel, puse culo en pompa con mis rodillas sobre el borde de mi cama. Y mientras el abría el forro y se lo enfundaba, me embadurne entero el hoyo con el gel. La estocada inicial, si bien fue súper lenta, igual ardió y dolió fuerte! Pero esa poronga no me la iba a perder. Me salí un toque, para después, nuevamente, despacito, pasito a pasito, suave suavecito, volver a comérmela por popa. Una vez que esos huevos hicieron tope con mis cachetes, empezaron a rebotar. CON FURIA! La orteada que me estaba pegando era soñada! Y como golpeaban esos huevos pesados contra los míos! No podía pajearme ni 2 segundos que se me subía toda la leche! Y ni en pedo me iba a permitir acabar sin gozar hasta saciarme completamente de esa pija. El chabón estaba re desatado. Me agarraba de las caderas y me daba murra sin piedad. Gemía ya sin disimulo ni timidez. Como me calientan los machos cuando gimen! Le sentía cada rincón de ese trozo en cada célula del interior de mi orto. Me daba a full y bien a fondo y era una sensación de sentirme súper lleno, invadido, poseído, y a la vez de un placer inmenso. Pocas veces logran en mi todo ese nivel de sensaciones cuando me garchen (a pesar de que igual siempre me las arreglo para disfrutar a pleno cada uno de mis polvos). Le agarraba los huevos y el flaco se ponía más loco y más fuerte me daba. Y así estuvo, dándome en cuatro como 10/15 minutos, hasta que acelero a toda máquina y en unas cuantas estocadas bien frenéticas lo escuche soltar un: AAAAAAAAAAHHHHHHHHHGGGGGGHHHH como de gloria.... Y ahí fue donde yo aproveche y me manotee mi pija y en menos de 10 pajeadas, apretándole la chota con las paredes de mi culo, acabe como hacia un buen tiempo no acababa, en cantidad e intensidad...
Lentamente me la saco, se volvió a poner el short, yo me vestí también, y de nuevo, sin decirnos siquiera chau, le abrí la puerta de calle y se fue bien vacío. Y yo me quede, bien lleno y satisfecho como pocas veces.