Por Claudio del Gagging | El fin de semana pasado estaba en casa y un amigarche que tengo a pocas cuadras me tira un mensaje diciendo que ...
Por Claudio del Gagging | El fin de semana pasado estaba en casa y un amigarche que tengo a pocas cuadras me tira un mensaje diciendo que era el cumpleaños y que querÃa invitarme, me pasa los datos de la reunión hora y demás diciendo que me esperaba que le confirmara. Dudé bastante en ir porque para que negarlo nos juntamos solamente para cojer. Estaba meditando si iba o no cuando me tiró otro mensaje diciendo que le gustarÃa que estuviera y que me quedara a dormir...
La de abajo activó y le contesté que si; que iba. ¡No aprendo más!
La cosa es que llegué a la casa a la que habÃa ido tantas veces sediento de pija pero ahora en mi versión invitado de cumple.
La reunión no era en su depto. sino en un sum que tienen en el último piso. Estando ahà empecé a ver mas invitados en la misma que yo, el anfitrión cumplÃa 40 años y habÃa puesto unos pesos para festejar, los mozos llevaban tragos de un lado al otro, una barra donde uno podÃa pedir lo que quisiera, latas de cerveza frÃa en barriles, buenos vinos y mucha comida, música fuerte, luces que invitaban a bailar, gente divertida en una terraza, yo no tenÃa ningún plan armado para esa noche asà que de alguna forma estaba hecho.
Un pibito medio hippie me miraba desde un rincón y fue con quien trabé conversación luego del segundo trago y tres latas de cerveza.
Nuestro anfitrión nos presentó y me aclaró que no hablara de polÃtica porque el flaco ferviente militante de la izquierda se convertirÃa en un plomo.
Hablando estábamos cuando nuestro anfitrión que bailaba desaforado con varios de las fiesta pasa por nuestro lado y nos presenta a Gastón un flaquito moooouuyyy lindo de rulos, lentes y barbita al que le dice que nosotros somos muy divertidos (SIC) ¿? ParecÃa que el man también estaba en banda como nosotros por lo que le dimos entrada a nuestro pequeño grupo del rincón.
Mi amigo el militante cada tanto desbarrancaba diciendo que tanto capitalismo al servicio de una fiesta lo fastidiaba un poco, que ¿que iban a hacer con la comida que sobrara? Que con ella se podÃa alimentar a la 1-11-14.
El nuevo recién llegado compartÃa algunos items y decÃa que cuando este paÃs se normalizara luego del 27/10 todos Ãbamos a poder comer, ALERT: PERONCHO DETECTED!
Esto lo decÃa con un sándwich de miga en mano y una copa de champán en la otra. Vistiendo ropa de marca y unas zapatillas que no bajaban de las 6 lucas.
Mi curiosidad iba en aumento y la fiesta promediaba, alrededor de las 4 AM algunas personas se empezaban a ir y en un momento nuestro anfitrión decide bajar la fiesta ahora transformada en reunión a su casa que quedaba un piso más abajo, los mozos se encargaron de todo, pese a que el zurdo no habló para nada de esta gente reducida a servidumbre, tampoco ayudo con un vaso siquiera a sustraerles algún tipo de peso en su tarea.
Esa parte de las fiestas a mi me parecen de las más divertidas porque uno puede hablar un poco, la música no es lo que predomina, se transforma en fondo y tal vez, se puede conocer gente copada. Con el panorama que tenÃa me sentÃa optimista.
Al final quedábamos pocos, nosotros mi amigo el izquierdoso, el otro que se habÃa terminado mostrando como un peroncho de ley, al que no le importaba nada que CFK haya robado y esté procesada, ni todas las causas que rodean a su gabinete, ni el panquequismo de Alberto, donde todo está aceptado en forma talibana y donde nada puede ser discutido.
Y yo; que a la vista de aquellos era un globoludo, oligarca que querÃa entregar la Nación al gran Imperio del Norte.No sé si es tan asà pero creo que si no hubiéramos resistido las invasiones inglesas hoy nuestra vida seria totalmente diferente.
Enfrascados en nuestra discusión estábamos cuando una parejita joven decide irse y saluda.
Pablo el dueño de casa baja a abrirles y yo riéndo dije que tal vez se habÃan escapado porque no les importaba nuestra discusión. Todos nos empezamos a reÃr y seguimos tomando. Igualmente yo ya estaba pensando en retirarme cuando Pablo que habÃa vuelto, se despidió de los mozos y sacándose los zapatos y aflojando su cinturón nos pregunta en que andábamos. Le contamos nuestros pesares polÃticos y la discusión que se habÃa originado. Eramos una mini polémica en el bar.
Nos miró pensativos y dijo: chicos no vamos a resolver nada esta noche, si nos roban o si nos seguirán robando.
Cada uno iba a empezar a discutir su pensamiento cuando también agregó: ¡MÃrense! Uds. son tan diferentes pero hay algo que hacen que los reúne.
¿Qué? -preguntamos extrañados-.
¡Los tres son excelentes mamadores! ¿Por qué no me vienen a soplar la vela, los tres juntos? ¡Hoy cumplo años!
DecÃa esto mientras su mirada se tornaba morbosa, la mirada que yo reconozco siempre cuando voy solo a su casa, mientras se bajaba los pantalones, nos fue acercando su pija, dura, enorme, troncosa, urgente, chorreando precum a cada uno, nos hizo besarnos con su verga en medio de nuestros labios, nos expuso, mostrando las habilidades sexuales de todos, les mostró a los otros como se hace un buen gagging cogiéndome la boca de la forma más morbosa y nos terminó repartiendo leche a los tres, al peroncho, al zurdito y al globoludo.
La izquierda chupaba la verga y los huevos al peronista, mientras este me lamÃa el orto cojiéndome con su lengua, urgueteándo mi ano obsesivamente, queriéndome entrar, cuando Pablo me cojÃa la boca. ¡Era la gloria! ¡TendrÃamos que estar en el Senado! Dábamos cátedra de convivencia polÃtica.
Todos terminamos acabando con el estimulo de los otros (de los que NO piensan igual) y con la leche de nuestro anfitrión en nuestras respectivas bocas, hermanados con algo tan inmemorial como el tiempo. El sexo.
Cuando ya nos habÃamos lavado, en bolas, tomando tragos, volviendo a comer y con el alba entrando por la ventana, el peronista dijo mirándome pÃcaramente, que iba a borrar del perfil de su Grindr el Ãtem que decÃa:
La de abajo activó y le contesté que si; que iba. ¡No aprendo más!
La cosa es que llegué a la casa a la que habÃa ido tantas veces sediento de pija pero ahora en mi versión invitado de cumple.
La reunión no era en su depto. sino en un sum que tienen en el último piso. Estando ahà empecé a ver mas invitados en la misma que yo, el anfitrión cumplÃa 40 años y habÃa puesto unos pesos para festejar, los mozos llevaban tragos de un lado al otro, una barra donde uno podÃa pedir lo que quisiera, latas de cerveza frÃa en barriles, buenos vinos y mucha comida, música fuerte, luces que invitaban a bailar, gente divertida en una terraza, yo no tenÃa ningún plan armado para esa noche asà que de alguna forma estaba hecho.
Un pibito medio hippie me miraba desde un rincón y fue con quien trabé conversación luego del segundo trago y tres latas de cerveza.
Nuestro anfitrión nos presentó y me aclaró que no hablara de polÃtica porque el flaco ferviente militante de la izquierda se convertirÃa en un plomo.
Hablando estábamos cuando nuestro anfitrión que bailaba desaforado con varios de las fiesta pasa por nuestro lado y nos presenta a Gastón un flaquito moooouuyyy lindo de rulos, lentes y barbita al que le dice que nosotros somos muy divertidos (SIC) ¿? ParecÃa que el man también estaba en banda como nosotros por lo que le dimos entrada a nuestro pequeño grupo del rincón.
El nuevo recién llegado compartÃa algunos items y decÃa que cuando este paÃs se normalizara luego del 27/10 todos Ãbamos a poder comer, ALERT: PERONCHO DETECTED!
Esto lo decÃa con un sándwich de miga en mano y una copa de champán en la otra. Vistiendo ropa de marca y unas zapatillas que no bajaban de las 6 lucas.
Mi curiosidad iba en aumento y la fiesta promediaba, alrededor de las 4 AM algunas personas se empezaban a ir y en un momento nuestro anfitrión decide bajar la fiesta ahora transformada en reunión a su casa que quedaba un piso más abajo, los mozos se encargaron de todo, pese a que el zurdo no habló para nada de esta gente reducida a servidumbre, tampoco ayudo con un vaso siquiera a sustraerles algún tipo de peso en su tarea.
Esa parte de las fiestas a mi me parecen de las más divertidas porque uno puede hablar un poco, la música no es lo que predomina, se transforma en fondo y tal vez, se puede conocer gente copada. Con el panorama que tenÃa me sentÃa optimista.
Al final quedábamos pocos, nosotros mi amigo el izquierdoso, el otro que se habÃa terminado mostrando como un peroncho de ley, al que no le importaba nada que CFK haya robado y esté procesada, ni todas las causas que rodean a su gabinete, ni el panquequismo de Alberto, donde todo está aceptado en forma talibana y donde nada puede ser discutido.
Y yo; que a la vista de aquellos era un globoludo, oligarca que querÃa entregar la Nación al gran Imperio del Norte.
Enfrascados en nuestra discusión estábamos cuando una parejita joven decide irse y saluda.
Pablo el dueño de casa baja a abrirles y yo riéndo dije que tal vez se habÃan escapado porque no les importaba nuestra discusión. Todos nos empezamos a reÃr y seguimos tomando. Igualmente yo ya estaba pensando en retirarme cuando Pablo que habÃa vuelto, se despidió de los mozos y sacándose los zapatos y aflojando su cinturón nos pregunta en que andábamos. Le contamos nuestros pesares polÃticos y la discusión que se habÃa originado. Eramos una mini polémica en el bar.
Nos miró pensativos y dijo: chicos no vamos a resolver nada esta noche, si nos roban o si nos seguirán robando.
Cada uno iba a empezar a discutir su pensamiento cuando también agregó: ¡MÃrense! Uds. son tan diferentes pero hay algo que hacen que los reúne.
¿Qué? -preguntamos extrañados-.
¡Los tres son excelentes mamadores! ¿Por qué no me vienen a soplar la vela, los tres juntos? ¡Hoy cumplo años!
DecÃa esto mientras su mirada se tornaba morbosa, la mirada que yo reconozco siempre cuando voy solo a su casa, mientras se bajaba los pantalones, nos fue acercando su pija, dura, enorme, troncosa, urgente, chorreando precum a cada uno, nos hizo besarnos con su verga en medio de nuestros labios, nos expuso, mostrando las habilidades sexuales de todos, les mostró a los otros como se hace un buen gagging cogiéndome la boca de la forma más morbosa y nos terminó repartiendo leche a los tres, al peroncho, al zurdito y al globoludo.
La izquierda chupaba la verga y los huevos al peronista, mientras este me lamÃa el orto cojiéndome con su lengua, urgueteándo mi ano obsesivamente, queriéndome entrar, cuando Pablo me cojÃa la boca. ¡Era la gloria! ¡TendrÃamos que estar en el Senado! Dábamos cátedra de convivencia polÃtica.
Todos terminamos acabando con el estimulo de los otros (de los que NO piensan igual) y con la leche de nuestro anfitrión en nuestras respectivas bocas, hermanados con algo tan inmemorial como el tiempo. El sexo.
Cuando ya nos habÃamos lavado, en bolas, tomando tragos, volviendo a comer y con el alba entrando por la ventana, el peronista dijo mirándome pÃcaramente, que iba a borrar del perfil de su Grindr el Ãtem que decÃa:
- macristas abstenerse
Todos nos empezamos a reÃr mientras nos tocábamos y nuestras pijas empezaban nuevamente a despertarse. Esas vergas, esas cabezas, que estaban libres, sin prejuicios polÃticos.