Por Mr. Brightside | La verdad es que siempre denosté, subestimé, menosprecié Grindr. Al menos en mi experiencia, la gran mayoría de los pe...
Por Mr. Brightside | La verdad es que siempre denosté, subestimé, menosprecié Grindr. Al menos en mi experiencia, la gran mayoría de los perfiles con los que me cruzo son EN EXTREMO exigentes, te piden mil requisitos para coger, te exigen fotos perfiles que tienen el perfil en blanco. Los pocos que te dan bola más de un día, son charlas eternas en las que nunca se concreta nada, así viva a 50 metros... En fin, soy de esos que lo desinstalan cada tanto, pero cuando todo lo demás falla, vuelvo a reincidir.
Hace un par de días fui a un turno con el médico. Salí antes del laburo y me mande al consultorio, bastante lejos de mi lugar de trabajo. Al llegar, abrí instintivamente. Muchos perfiles a menos de 100 metros! (y eso que el consultorio estaba en un barrio bastante nada). Me caen un par de mensajes.Pero uno, llamado "Morrudo" fue bastante directo: "Hola", 3 o 4 fotos (una de pija, BASTANTE BIEN), dirección (como a 15 cuadras de donde yo estaba) y "venite". No lo podía creer! Nunca en todo mi historial de Grindr la había tenido TAN fácil! Le conteste con un par de fotos mías (instancia en la que al menos el 45% me bloquea directo) y le aclare "puedo estar en 20/30". "Dale te espero" me contesta, y me llaman del consultorio...
Obviamente que no le di ni bola al médico, mi mente solo podía pensar en el macho que me iba a comer en unos minutos. Salí, volé en el subte, y desde la puerta le mande mensaje diciéndole que ya estaba. Si bien me puso "ya bajo", habían pasado como 5 minutos y nada. Ya estaba pensando que era todo joda. No podía ser tan fácil todo. Quizá había bajado y vuelto a subir porque "no soy el de la foto" (me lo han dicho más de una vez, a pesar de que NUNCA EN MI VIDA mande fotos que no sean mías). En ese ínterin le mande un par de mensajes de si estaba ocupado o algo, sin respuesta. Le termino mandando un "me voy" y ya salía desconectado... Así que me puse a buscar que bondi me llevaba de ahí a mi casa. Y en eso estaba cuando abren la puerta y me dicen, bajito, como para que no se escuche, "pasa"...
Estaba vestido de CANA. DE LA FEDERAL. ERA CANA!! "No bajaba porque no quería recibirte con el uniforme, pero si me cambiaba iba a tardar más". Y yo por mis adentros "PERO COMO NO ME QUERÍAS RECIBIR CON EL UNIFORME????". Obvio que mi cabeza, mi pija, mi orto, estaban ESTALLADOS! Nunca había estado con un poli! Si con seguridad privada, y con un gendarme, pero policía nunca! Era una fantasía hecha realidad!Pasamos al cuarto, sin escalas. Sobre la cama, estaban el chaleco antibalas, el cinto con el arma y la cachiporra (signos de que estaba en proceso de desvestirse). Pelo pija y me prendí de una. Dormida, pero la fui despertando poquito a poco. Unos huevos ENORMES que casi que no podía cubrir con mi mano, pero que acariciaba como si fueran de piel de visón. Un olor a macho POTENTE que me hacía hundir la nariz en esa entrepierna como si fuera la droga con el mejor efecto del universo. Y vaya si lo era, porque cada esnifada que le daba a esas bolas, a esa pija, me impotencia a un más! Me agarraba de la nuca y me hundía la chota hasta la garganta, "Así putito, toda cométela". Nunca se sacó el uniforme. Tenía a un cana uniformado, con sus botas, su pantalón, su camisa con las insignias, LA GORRA puestas, dándome pija y cogiéndome la boca a full! Todo para mi solito!!! "Así putito, abrí bien la boca. Comete toda la pija de tu macho", "chúpame las bolas", "así, oléemelas bien... te gusta el olor de tu macho, putito?". Tan en dominante estaba, me volaba la cabeza! Ya había empezado a desearme el orto, y me pide "ponete en 4 al borde de la cama". Ni tarde ni un segundo! Así como el no tardo nada en mandarme toda la chota durísima de una, sin anestesia, a fondo por el orto. El nivel de calentura era tal que ya estaba abierto de par en par. Me empezó a dar murra con ganas. Me palmeaba los cachetes. "Que buen orto que tenes putito! Como te la tragas!". La sacaba, me abría el agujero, me mandaba un escupitajo y me la volvía a mandar. Me serruchaba con furia! En un momento, me agarro las manos, las puso a mis espaldas, como si fuera a esposarme, y así, agarrándome con una mano las muñecas, y con la otra del pelo, me taladro el ojete como nadie! Yo mientras no podía sacar la vista (o de tocar, cuando me liberaba las manos) el chaleco, el arma, la cachiporra... Eran como una fuente de energía, los miraba o los tocaba y me calentaba aún más, Si ya me estaba cansando de tanto pijazo con fuerza, focalizaba ahi y era como un saque que me renovaba las fuerzas y el placer.
De repente me suelta. Me pide que le vuelva a chupar la pija. Yo arrodillado sobre la cama le comía la chota. El me dedeaba, me metía uno, 2, 3 dedos... "que abierto tenes el culo putito! a ver, mostrame..." Se pone a mis espaldas, me abro bien los cantos y le muestro. Estaba como extasiado. Me alababa lo abierto y aguantador de mi rosquete, y de repente ciento algo entrar... No eran sus dedos. Ni tampoco su pija. Era LA CACHIPORRA!! Diosss el placer que fue sentir esa cosa entrando en mi orto!!! Yo sentía que me entraba, pero pensé que era apenas la puntita. Me la empieza a meter y sacar con fuerza, cogiéndome con el garrote de la ley. "Que puto que sos, ya te entro la mitad!" me dice. Me doy vuelta (en todo ese proceso nunca mire hacia atrás) y sentí como la agarraba desde donde hacia tope, la saco y TAL CUAL! ME ESTABA TRAGANDO LA MITAD DE ESE PALO!! Se la empecé a chupar con más ganas aun mientras él me seguía cogiendo con el bastón, y le suena el teléfono. Hablaba mientras le chupaba la pija y me revolvía el garrote en el hoyo. "Están haciendo el control? Si, pasa que vine al banco y pase por mi casa. Ahora vuelvo. TERMINO CON UN TRAMITE EN EL QUE ESTOY Y VOY".
Corta y me saca la pija de la boca. "Me tengo que ir" me dice. Le pido que por favor me de la leche. Me dice que no, que no llega, que le va a costar acabar. Yo trato de no separarme de esa pija. El trata de guardarla, pero tampoco lo hace con firmeza o decisión. Se deja chupar un ratito más, pero vuelve a amagar con guardarla. "No de verdad, no llego a acabar, me tengo que ir". "Dale, dámela, me vas a decir que no me la merezco? No fui un buen putito para vos?". La vuelvo a engullir, le doy 2 o 3 chupadas y me dice "Tenes razón, te la mereces" y acto seguido empieza a largar los lechazos. Varios. MUY ABUNDANTES! Acordes a la capacidad de esos huevos enormes que olían a macho y que no entraban juntos en mi boca ni en mi mano...
Nos acomodamos, higienizamos, se calzo lo que le faltaba del uniforme (previa lustrada de la cachiporra con una toalla), y al salir, me hace bajar a mí solo por el ascensor "capaz me estén esperando en la puerta, yo bajo por la escalera y te abro, amaga con que no encontras tu llave". Y así hice, me hice el que buscaba mis llaves. A los pocos segundos apareció. Ni me miro ni me saludo. Abrió, salí con él, y vi cómo se saludaba con un par de canas más que lo estaban esperando abajo.