Por Leo | Relato de los lectores | Antes de pasar a la anécdota en sÃ, un poco de trasfondo. Desde que empecé a ser sexualmente activo no...
Por Leo | Relato de los lectores | Antes de
pasar a la anécdota en sÃ, un poco de trasfondo. Desde que empecé a ser
sexualmente activo no me he encontrado con muchos chicos "sin
experiencia" y los pocos encuentros con chicos de este tipo resultaron ser
bastante amenos. Asà que por eso la siguiente anécdota se me hizo particular: El otro dÃa estaba en mi casa tratando de estudiar hasta que me harté y decidà entrar a un chat para ver si conseguÃa garche.
Después de
un rato, este flaco de 26 años me manda un mensaje. Luego de las tÃpicas
preguntas iniciales para cualquier garche en esta época digital (de donde, como
sos, lugar?, etc.) acordamos vernos para coger al dÃa siguiente.
Yo no vivo
solo por temas económicos, asà que convenimos que él viniera a la mañana, tipo
11.
Llegó a la
hora pactada. Bajo a abrirle y en persona era como en las fotos, aunque con una
cierta expresión de cansancio y, cómo me darÃa cuenta más tarde, algo de
nervios.
Subimos y le
invito algo de tomar; él me pide agua. Nos sentamos y yo también me sirvo algo.
Empezamos a charlar un poco antes de coger. Ya en el chat me habÃa dicho que
era nuevo en esto y que era tapado, me comenta que se separó de la novia, de
que trabajaba, etc., y me pregunta si hace mucho que hago esto "coger con
desconocidos) y le digo que sÃ, desde los 19 (tengo 25 ahora) y le comento que
no es muy distinto a levantarse a alguien en un boliche. Me responde que no iba
a boliches, y lo siguiente que me pregunta es si estoy seguro que no viene
nadie (le habÃa dicho que comparto departamento) porque no querÃa que lo viera
nadie. Le contesto que se quede tranquilo mientras terminamos de tomar nuestras
respectivas bebidas. Lo llevo a mi habitación, la cual tiene cama de dos
plazas, y le pregunto cómo quiere comenzar. Sin saber que contestarme, me
acerqué y le empecé a besar el cuello para llegar despacio a los labios, no
respondió del todo. Asà se notó que realmente nunca habÃa sido
"cariñoso" con otro hombre. Empiezo a meter mano por debajo de su
remera y pantalón, se lo empiezo a
bajar. Responde haciendo lo mismo. Terminamos quedando en bolas, le dije que se
acostara. Me subà encima de él y seguà besándole el cuello y fui bajando hasta su
pija. La tenÃa parada, se notaba que le
faltaba un poco más. Se la chupo un poco. Luego le dije que él me la chupara,
lo hizo bien a pesar de no estar acostumbrado.
Después le
pido que se dé vuelta y levante el culo. Él obedece y entonces le doy una
tremenda chupada de culo, se nota que le gustó porque empezó a gemir y la pija
se le paró más. Mientras le comÃa el hoyo, empecé a masturbarlo. Le encantó.
Después de unos minutos, con la cola a punto, me pide que se la meta. Fui a buscar
los forros y lubricante. Le lubriqué la entrada y le mandé un dedo y lo dilaté
un poco antes de ponerme de rodillas y empezar a apoyarle la pija entre las
nalgas. Me pidió que vaya lento porque "la tenes muy grande", le
contesto que la mÃa es promedio (es agradable oÃr que te dicen eso, pero hay
que ser honesto ja) y que va a entrar bien. Se la empecé a meter despacio y le
dije que se relajara.
Cuando ya
estuvo toda adentro, empecé a meterla y sacarla despacio y fui aumentando la
fuerza. Un poco incómodo al principio por el tema de la altura, pero luego
empezamos a ir con más ritmo y él empezó a gemir de vuelta. Baja la cola,
apoyando su pija en la cama, me subo encima y le doy más fuerte. A veces
parando, sacándola y volviéndola a meter toda de una. Me sorprendió que no
quisiera tocarse, le pregunté un par de veces si estaba cómodo, y me dijo que
sÃ, asà que seguà bombeándole el culo hasta que estoy por acabar, me dice que
siga. Empiezo a meterla más rápido y acabé con un par de empujones más. Me
quedo acostado al lado de él y tiro el forro a un tachito que tenÃa por ahÃ. Y
me dice "me encantó lo que me hiciste". "Me alegro" –le digo-.
Si bien me gustan los dos roles y a pesar de ser algo gordito, no hago de
activo tan seguido, asà que cuando me dicen que la pasan bien, me sale una
sonrisa.
Luego de
descansar me levanté a tomar algo y él pasa al baño. Vuelvo con dos botellas
chicas de jugo y me siento en la cama. Cuando él vuelve, veo que se tapa la
pija con las manos. Le comento: "¿Por qué te tapas? Acabamos de coger, asÃ
que ya vi todo" pero me dice que tiene vergüenza y que yo soy el que es
extrovertido o que no le importa que lo vean en bolas (realmente… no me importa).
Empiezo a
vestirme al igual que él, mientras charlamos. En eso me suelta algo que hace
que todo lo que me habÃa dicho, lo de la pelea con la novia, que tenÃa
vergüenza y que no querÃa que lo vieran. No recuerdo exactamente cómo lo dijo,
pero el punto es que los viejos de él lo habÃan criado de cierta forma y que
estas cosas le eran raras todavÃa, y que este encuentro fue como pasar una
barrera para él, que lo poco que habÃa hecho antes era sólo coger y hasta ahÃ.
Aparentemente nunca pudo ponerse a hablar como estábamos hablando nosotros, con
el garche de turno.
Terminamos
de vestirnos y le bajo a abrir. Mientras bajamos me repite que para mà puede no
ser la gran cosa, pero que para él fue como un paso grande. Nos despedimos y se
fue.
Me dejó
pensando que no todo el mundo tiene la actitud despreocupada pero responsable
que mis viejos tuvieron conmigo. Yo esperé hasta los 18 para tener mi primera
experiencia con hombres y desde entonces experimenté mucho de lo que querÃa
experimentar. He estado con gente de mi edad y con gente mayor. Casi todas
fueron experiencias placenteras y algunas invaluables. Y ver a este tipo de 26
años (un año mayor que yo) teniendo vergüenza de mostrarse o de besarse con un
hombre, me dejó pensando en lo que pudo haber hecho en ese tiempo y no hizo por
miedo.