SIN MEDIAR PALABRA. Genitalidad al palo.

Por Mr. Brightside | Me escribe un tipo por privado en un perfil de garche que tengo. Que es del barrio y tiene ganas de una tirada de go...

Por Mr. Brightside | Me escribe un tipo por privado en un perfil de garche que tengo. Que es del barrio y tiene ganas de una tirada de goma rápida. Le digo que sí, que no había drama, que estaba al pedo. Me aclara de entrada que es casado, de trampa, y yo le comento que no tengo drama. "Tengo una fantasía: quiero llegar a tu casa, con anteojos oscuros, un gorro o capucha, onda que no me puedas reconocer. Y que entremos y este todo en penumbras, con luces bajas. Y apenas estemos adentro, pelar, me tires la goma, acabe y me vaya. SIN MEDIAR PALABRA". 

Le vuelvo a aclarar que yo cero drama, que si quiere se venga y listo, no más vueltas. Solo que como el timbre de mi dpto. no anda, que me tenía que avisar por el mismo medio que estaba en la puerta. El pensó que le estaba pidiendo el número de teléfono (algo que nunca hice, ya que le remarque que sigamos hablando perfil mediante) y medio que reculo. Que no, que él es casado, que no quiere quilombos, que no quiere que lo llame ni nada... Costo, pero entendió. Quedamos que en que 15 minutos lo esperaba en la puerta, que estaría vestido de campera azul con capucha y anteojos oscuros. 

Pensé que me estaba chamuyando, el típico que da vueltas, que arregla pero nunca aparece. Pero si, a los minutos, casi cronometrado, aparece un tipo, encapuchado en una campera azul y anteojos oscuros espejados y grandes, que le tapaban prácticamente toda la jeta. Y un jogging que marcaba un bulto más que interesante. Le abrí y lo hice pasar, como acordamos, sin emitir palabra alguna ninguno de los dos... 

Ya adentro de mi dpto., había cerrado las persianas, y solo el televisor iluminando y emitiendo sonido. Cerré la puerta y peló. Una pija muy buena, gruesa, gomosa en ese momento, no descomunal pero de buen tamaño. Muy llenadora. Se la empecé a mamar de toque. Reacciono rápido, en dos o tres chupadas ya estaba dura. Le baje un poco más el jogging y el bóxer para acariciarle los huevos. ¡TREMENDOS! Muy grandes, pesados. Todo depilado por cierto. Le empecé a chupar los huevos también. El solo respiraba profundo. Ahogando los gemidos, aunque a veces alguno que otro se le escapaba. Me agarro de la nuca y me empezó a hundir a fondo la chota, cogiéndome la garganta con ganas. Después empezó a pajearse. Pensé que ya estaba a punto, pero no. Ahí se sentó en el sofá, abrió bien las piernas y me volvió a dar de mamar de vuelta. Alternábamos entre mamada, paja, chupada de huevos y garchado de garganta. De repente se para, me da vuelta y de una me baja los pantalones y el bóxer. Suponiendo lo que iba a pasar, me ensalivo bien el hoyo, me meto un par de dedos por si acaso, y le doy un forro. Se lo calza, y tal cual como lo imagine, me la mando a fondo de una! Esos huevos enormes hicieron tope con mi ojete violentamente. Y ahí, en 4, con mis rodillas apoyadas en la mesa ratona, me empezó a serruchar con furia, ya no reprimiendo tanto los gemidos (aunque tampoco a viva voz). Por suerte mi culo se acomodó rápido a esa poronga. Me serruchaba el orto como si hiciera meses que no la pusiera. La estaba gozando a full. Me agarraba de la cadera y me bombeaba a lo loco. Pero de repente me la saca y se arranca el forro. Pensé que se venía enseguida, por lo cual me la mande a fondo de la garganta sin esperar. Pero no, me siguió garchando el buche un buen rato, bien aferrado a mi nuca. Sentía como le latía la chota, pero el lechazo no venía. Baje a chuparle los huevos hermosos que tenía, mientras en él se pajeaba. Noto que los jadeos venían mas agitados y voy a metérmela de nuevo en la boca, pero él me agarra del mentón y me aparta de su pija. Casi inmediatamente empieza a largar los pibes. Chorros contundentes que fueron directo a mis mejillas, a mis labios, a mi frente... Me enlechó la cara entera, con varias descargas bien generosas y certeras.

Ni me dio tiempo a limpiarme. Casi de inmediato le levanto los lompas, guardo la pija y me hace un ademan de que le abra. Y así, con todos los lechazos aun escurriendo por mi cara, baje a abrirle. Me pego una pequeña palmeada en el orto y se fue. SIN DECIR NADA.