Mr. Brightside | Me programaron una reunión con mis jefes esa mañana a primerísima hora, así que el lugar de ir a zona norte como todas ...
Mr. Brightside | Me programaron una reunión con mis jefes esa mañana a primerísima
hora, así que el lugar de ir a zona norte como todas las mañanas, me acerque
hasta la A para ir al centro, donde está la sede central de mi laburo. Apenas
bajo al andén de Carabobo (me fui a acomodar al primer vagón, el del conductor,
a ver si el viaje se me hacía más entretenido), veo un tipo, alto, medio
canoso, vestido de oficinista, buen porte, acomodarse la chota por adentro de
los bolsillos. Marcaba un bulto prometedor. Y se dio cuento que lo mire.
Mientras llegaba el subte, se fue acercando sigilosa (pero disimulada) mente
hacia donde estaba yo, y cuando nadie miraba, se manoteaba ya por encima del pantalón.
Paqueteada a bordo asegurada!
Y así fue. Se preocupó por quedar arriba del vagón
enfrentado a mí, para que su bulto quede a la altura de mi mano. Acomodo su
mochila para tapar la acción. No tarde nada en empezar a sobar ese pedazo. Qué
lindo se sentía!! Gorda, más que gomosa pero no del todo dura, daba la sensación
de que estaba babeando. Con cada sobada que le pegaba, respiraba profundamente,
casi en mis oídos. Dios como me calienta tener un macho bufándome al oído!
Intento manotearme sutilmente, pero apenas una o 2 veces, y muy superficial.
Cuando empecé a manotearle los huevos, la respiración profunda cedió lugar a gemidos
ahogados, intentando disimular lo más que podía, pero sin poder evitar
emitirlos. A full!
Estuvimos así hasta Congreso. Ahí se acomoda para bajar. Yo tenía
que seguir. Me susurra al oído "Bajas?". Disiento con la cabeza.
Estaba con los minutos contadísimos (es más, ya prácticamente estaba llegando
tarde) para mi reunión. Pero al abrirse las puertas, me vuelve a decir, ya no
tan susurrado (pero tampoco a viva voz) "Dale, bajate". No pude más
que obedecer.
Intercambiamos el típico "Hola, todo bien? Que te
va?". Yo estaba entre nervioso por no saber muy bien que iba a pasar (ni
que fuera un novato!) y muy preocupado porque ya definitivamente iba a llegar
tarde, y no era una buena ocasión para hacer esperar a mis superiores. Además
de que hablar a viva voz con un tipo que me gusta hacer a la hora del garche en
medio de la vereda de Callao a las 9 de la mañana no es precisamente mi ideal
de discreción... "Te pasa algo? Estas incomodo?". Le aclare que
estaba con la cabeza en que iba a llegar tarde a mi reunión. "Vamos un
toque al baño del Starbucks". "Te parece?", le pregunte. Básicamente
porque alguna vez en el blog había leído que en ese Starbucks (Callao y Mitre) están
re avivados, y lo que me faltaba era que me enganchen con las manos en la
garcha, me demoren más aun, traigan a la cana... En fin, llegar tarde (o no
llegar nunca) a una reunión con mis jefes por estar teterando con un tipo era
despido asegurado! Y vieron que la cosa no está para andar perdiendo laburos
por ahí... "Entro yo primero y al rato entra vos, así no somos obvios. Te
espero en el baño", me dice.
Tal cual, espere un par de minutos (o un poco menos), me metí
al Starbucks, amague con hacer la fila por un café, pero por suerte había mucha
gente esperando. Así que subí... Y ahí estaba, al fondo del espacio. Ese baño
esta buenísimo para tetera. Primero, que la puerta es ruidosa al abrirla.
Segundo, hay como un pequeño pasillo o recibidor, apenas si se ve nada más que
el primer mingitorio. Hay que pegar una vuelta a la pared de la fila de boxes
para entrar de lleno y ver todo el resto del baño. Cuando entro, me pide que me
meta al último box. Comenzamos de nuevo con el paqueteo que arrancamos en el
subte. Me empezó a querer desvestir. Yo estaba de punta en blanco, traje,
camisa, pantalón de vestir, zapatos, todo muy meticulosamente arreglado. Que me
quiera desacomodar todo me descoloco un poco, más que nada porque tenía que
volver a estar presentable después para la reunión! Intente hacer lo mismo con él,
pero apenas le busque la bragueta me dice que no, que no la iba a sacar. Bueno,
seguimos ahí, quizá era una cosa de entrar en confianza o de calentarse más.
Intento chaparlo. Que no, que los besos no le van. Bueh... A todo esto el chabón
ya me había desabrochado toda la camisa y estaba queriendo luchar con la
camiseta que tenía debajo y con el cinto de mi pantalón. Intento también yo
subirle un toque la remera o el sweater. Que no, que no quería. Que solo quería
que nos sobemos la chota.
PERO LA PUTA MADRE! PARA ESO ME QUERES PONER EN BOLAS
EN MEDIO DEL BAÑO??? PARA ESO ME HICISTE VENIR HASTA ACA? PARA ESO ME BAJE DEL
SUBTE Y ME ARRIESGO A LLEGAR TARDE A UNA REUNION DE LABURO? YO VINE MÍNIMO PARA
UNA TIRADA DE GOMA!!!!...
Eso lo pensé, no lo verbalice. Pero ya cuando intento
seguir poniéndome mas en bolas, ahí empecé a resistirme yo. Siguió con la
manoteada de bulto. Yo también. "Te gusta? Te calienta?", me dice.
"Más me gustaría comértela". Eso si se lo dije. "Bueno me tengo
que ir", me dice, y casi de inmediato se acomoda lo poquísimo que se desacomodo
él y se va...
Yo tarde como 5 minutos en volver a estar más o menos
parecido a como entre. Llegue como media hora tarde (por suerte había uno de
mis superiores que tampoco había llegado). Pero me quede re caliente, en todos
los sentidos. Me quede al re palo, y furiosamente indignado. Para solo sobarnos
la chota por arriba del pantalón, la dejábamos en el subte y listo! Todos
contentos!! Tanto teatro para terminar haciendo absolutamente nada.