Por Clark | Muchos clientes necesitan no sentirse putos, entonces buscan un masaje donde terminar empalados. Hay masajistas que ...
Por Clark | Muchos clientes necesitan no sentirse putos, entonces buscan
un masaje donde terminar empalados.
Hay masajistas que los calientan, los dejan alzados o con el culo suspirando para adentro, haciéndoles cargar con "el problema".
Más de un Escort en privado les cobra de antemano y los hace acabar rápido para tirarlos rápido por la ventana.
Hay masajistas que los calientan, los dejan alzados o con el culo suspirando para adentro, haciéndoles cargar con "el problema".
Más de un Escort en privado les cobra de antemano y los hace acabar rápido para tirarlos rápido por la ventana.
Los taxis patean la calle, se venden por Grindr o en teteras, pondrás
el telo o tu casa y lo barato te puede
salir caro.
Un buen Escort en Buenos Aires te
ofrece más opciones si sabe darte un masaje en
camilla donde también estará desnudo, donde te cocinará a
fuego lento en tus jugos con calidad y experiencia para que
solito le pidas que te coma en su cama, en su departamento, lo que disfrutará él también, donde
te escuchará y podrá pactar todo contigo.
Para mucho extranjero turista el masaje es un aditamento
que desde ya saborea al mismo nivel que a un cuerpo varonil o una
charla en pelotas con un hombre deseable, más
cuando quien da el servicio no anda con vueltas, es
universitario, con tres idiomas y leído.
Muchas locas son un tema aparte.
Buscan pendejos pero
quieren tu servicio y no quieren pagar o se quejan de que no les das esto
o aquello. Retacean pero exigen. Van a la cantidad, nunca a la calidad y aunque aprecien las virtudes de
una buena pija, jamás te lo dirán queriendo hacerte sentir que la tuya es
chica o no sos lo que ellas buscaban. Quieren una hora de bomba que no se
bancarán, pero ellas quieren una hora de bomba. Y después quizás toman servicio
con cualquiera que les termina mintiendo.
-Solo pulí y lustrá, Alfredo.
Esmalte no.
Entonces dice que tratará esa uña que cambió de color.
Más tarde no aceptará que le pague.
Solo pasarme la lengua por
las pelotas.
Para eso primero Andrés me torturó. Me puso en posición ginecológica, me untó cera
caliente en los huevos, pegó tirones,
me puso en cuatro y me hizo lo mismo en la zanja del culo.
A Andrés me lo cojo. Pago su
diestro servicio, pero me gusta someterlo. Él lo sabe.
Luego el recorte de yuyos
alrededor de la chota.
Andrés me aparta
suavemente el ganso para aplicar algunos tijeretazos
precisos, entonces el ave se despierta y termino
serruchándolo en su propia camilla.
La vista de una buena
verga no debe estar rodeada de vegetación profusa.
Sería ponerle una estola de abundantes plumas al
cuello de un cisne.
El tronco con el detalle visible
de las venas en todo el esplendor del largo, aunque la pija esté
dormida, hace parar otras pijas.
Esto es parte de mi presentación. Mi
cuerpo es un objeto de consumo que justifica mi adicción al sexo.
Las bolas depiladas también enaltecen
la poronga.
Contrario a lo que se piensa, la
grasa sobre la piel del escroto produce más baranda, porque no hay pelos
que la absorban.
Pero también esos huevos quedan
suaves, luciéndose más si son grandes como los míos, y
el cliente no tiene que escupir pendejos.
Entonces Alfredo cobra
su servicio de cuidar mis pies lamiendo mis balones que para él son
exquisitos.
Pero Alfredo además me
ama. Lo sé desde hace tiempo. Lo mínimo
que puedo hacer por él es dejar que me los chupe.
Luego el cliente pagará por adorar mis
pies arreglados como nadie por Alfredo, pero habré
tenido que caminar una hora sobre la cinta, con medias que para ello conservo
sin lavar, con zapatillas sucias, para que el perfume sea el que se
espera.
Y ese matrimonio, disfrutará
del video donde me la cojo a ella y se
ve de atrás entrar y salir mi verga de
esa concha, con la flor de mi orto y mis pelotas impecables
como los de un Porno Star.
Para un fist fucking las uñas deben
estar cortas, limadas y sin filo.
Si lo hago yo, me sale para la mierda.
Las cutículas no deben cortarse,
solo quitados los excesos de células muertas.
Pueden entrar microorganismos a
partir de una herida.
No hay guantes tan largos y a veces
tengo que meter el brazo entero.
Jeanette usa un
antiguo adminículo que se llama polissoir.
La vieja es una artesana.
Si no fuera que me habla en francés
como mi abuela, no me bancaria el
proceso.
Luego los controles de mi dermatólogo, mi urólogo y mi proctólogo.
Las pruebas periódicas para corroborar mi
seronegatividad respecto de sífilis, gonorrea y HIV.
Las vacunas contra la hepatitis B,
Contra el HPV…
Vitaminas y aminoácidos.
Comidas y Malbec - Me zarpo y engordo.
Cantidades industriales de forros,
lubricantes y cremas.
Peluquería, barba,
gimnasio, perfumes, elegancia, aromas en el ambiente, sábanas,
lavadero, cortinados, tapizados y mi ropa.
La cama (Otra vez cambiar el colchón.
Ya está de nuevo baqueteado).
Pero lo que más me rompe las pelotas es que antes de cada cliente debo ponerme en cuclillas
en la bañera, lubricarme con crema el ojete, meterme la manguera del duchador a
fondo en el orto, y dejar que corra el agua hasta
que salga completamente limpia.
No sea cosa
que al cliente le pinte el activo, pague la diferencia para
disfrutar de mi culo deseable a fuerza de sentadillas, equitación y
estocadas, y después de tanto glamour y sacrificio saque la pija
embarrada.
A veces, en mi día de descanso, tomo mi
caballo y salgo a internarme en un bosquecito, no muy lejano en estas tardes de
otoño.
Desmonto. Lo dejo
pastar, abro bien las piernas.
Pelo la chota y me echo un largo meo
mirando el cielo a través de la copa de los árboles.
¿Será que mi adicción al sexo amerita
tanto costo?
¿Me alcanzaría un solo man para estar
satisfecho?
Llama un pendejo de 22 años.
Quiere que le inicie el orto.
Me pego una ducha. Estoy al palo.