Ale K | Psicología | Permeabilidad | Hay quien dice que a los gay no hemos asimilado los patrones heteronormativos sobre la pareja. No voy a...
Ale K | Psicología | Permeabilidad |
Hay quien dice que a los gay no hemos asimilado los patrones heteronormativos sobre la pareja. No voy a negar la responsabilidad de la heteronormatividad en, por ejemplo, la homofobia interiorizada o en el estrés postraumático que muchos de nosotros sufrimos.
[caption id="attachment_12692" align="aligncenter" width="624"] Rock Hudson y Doris Day en su esplendor, allá por los '60. El era "el macho" vendedor de masculinidad, lo titularon a su muerte por sida. En los '80 por él se empezó a hablar de esta enfermedad. Y visibilizó que un macho también podía tener gustos "diferentes". Era el hombre con el que soñaban todas las chicas americanas. En su intimidad era gay y le gustaban mucho más jóvenes. Llegó a casarse con una "tapadera" impuesta por los estudios de cine para los que filmaba. Ella, "la Venus en vison", "la virgen americana", Doris Day. Si bien algunos conceptos se han aggiornado, las películas nos siguen devolviendo el almibarado placer de ser como estas parejas de ficción...[/caption]
[avatar user="AleK" align="left" /] Tampoco negaré que el modelo de “matrimonio dulzón y mojigato”, tipo años '50 que nos venden desde las películas es bastante ficticio,(¡también para los heteros!), pienso de Doris Day y Rock Hudson, ah pará: él era gay!!
Pero considerar que el modelo familiar clásico es heteronormativo y que, por contraposición, el modelo “gay natural” es el de las poliandria o el de las relaciones abiertas me parece:
(A) una falta de respeto hacia los gay que, desde la sinceridad de sus sentimientos, prefieren una relación cerrada y
(B) una tremenda falta de conocimiento sobre los heterosexuales, cosa que suele ser fruto de dos elementos:
No tenemos muchos amigos heterosexuales
Nos falta un poco de información… y trataré de aportar un poco de luz en ese sentido.
Los seres humanos hemos vivido la sexualidad de muy diversas formas y eso se refiere no solamente a los homosexuales sino también a los heterosexuales. Decir que el modelo heterosexual es el modelo de pareja cerrada es desconocer la heterosexualidad o creerte que, porque tu único referente era el matrimonio aparentemente cerrado de tus padres, todos los heterosexuales serían monógamos y pareja cerrada. No te engañes: no es así.
Entré en “Pasión liberal” y hay más de 50.000 anuncios de parejas heterosexuales que buscan alguien para hacer tríos, intercambio de parejas o participar en fiestas de sexo grupal. Y no lo pasan nada mal: los negocios dedicados a celebrar fiestas de intercambio de parejas y orgías heterosexuales funcionan muy bien y cuentan con locales por todo el país, pero de eso no se habla.
Seguimos teniendo en la cabeza la pareja, “modelo” de Evangelina y Palito Ortega, que también han tenido sus problemas y por cierto son una familia disfuncional.
Hace unos años en una entrevista la directora de cine Albertina Carri, que tiene una óptica particular sobre estas familias –las disfuncionales-, me dijo: “Cuando una familia es muy perfectita y se quiere mostrar como la mas funcional, yo desconfío”. Eso fue al aire, cuando estábamos en el corte sin saber porque, nos pusimos hablar de Mirtha Legrand y algo que había pasado en su programa del día. Cuando nos dimos cuenta nos empezamos a reír acaloradamente y lo relacionamos directamente con una familia que vive para el afuera, son todos públicos –los vivos y los muertos-, y todos han tenido escándalos mediáticos por tratar de sostener algo obsesivamente, el modelo de familia, o la familia "modelo".
Por cierto la cineasta Albertina Carri y la periodista Marta Dillon lograron la triple filiación para su hijo. Fue el segundo caso del país. Recibieron el DNI en el que se incluye el apellido de Alejandro Ros, padre de pequeño de 6 años, e intimo amigo de Albertina. Las familias cambian…
Pero, aún hay más: considerar que el modelo de los homosexuales el de pareja abierta, es un error del mismo calibre y encierra mucha homofobia interiorizada. Los homofóbicos siempre han defendido que los homosexuales somos, por naturaleza, poco dados al compromiso y que no merecíamos un derecho como el del matrimonio porque no somos capaces de dar al matrimonio la relevancia que tiene. De los gay se espera que seamos promiscuos, sentimentalmente inconstantes e infieles, una especie de seres de segunda categoría en lo que a sentimientos se refiere. Nos querian dejar solamente con la "Unión civil" como mecanismo de protección jurídica.
(1) Los heteros también tienen “sexualidad ampliada” y
(2) el creer que “lo gay” es tener pareja abierta es un prejuicio homofóbico (que los “gay, esencialmente, somos promíscuos”).
La sexualidad ampliada es tan propia de los heteros como es propio de los homosexuales enamorarse y ser fieles. Pensar lo contrario es desconocer la realidad de ambos grupos. En ese sentido, curiosamente y a nivel social, lo que ha sido revolucionario de verdad, ha sido la irrupción de las familias homoparentales. Que los maricones nos dediquemos a chupar pijas subidos a una carroza por mitad de la calle (lo he visto) pensando que somos muy rompedores y que estamos haciendo uso de nuestra sexualidad libremente, también es una perpetuación de lo que los homofóbicos esperan de nosotros: el maricón sólo sirve (dicen) para chupar pijas y dar escándalo. O en la marcha lo único que uno vé son travas con las tetas al aire, pasadas de droga y alcohol –esto último me lo ha dicho alguien gay argumentando que ya no iba a la marcha del orgullo-.
Sí, es cierto que no deja de ser un ejercicio de libertad sexual pero yo quiero señalar que describir esto como un ejercicio revolucionario de libertad a la vez que se proclama que el matrimonio y tener una familia es asimilacionista, es hacerle el juego a la homofobia. No existe ninguna razón por la que las personas homosexuales debamos ser diferentes de las heterosexuales en lo que al instinto maternal/paternal o a la fidelidad/exclusividad sexual se refiere. (Por caso lo que conté más arriba de Albertina Carri).
Y no sólo eso: la libertad sexual es maravillosa pero ya no es tan revolucionaria. En este siglo paradójicamente y en lo referente a las personas homosexuales, la revolución ha venido de la mano del modelo clásico de familia. Que los gay y las lesbianas formemos familias, asistamos a las reuniones de padres y madres de alumnos y seamos miembros integrados en la comunidad, sí que ha sido revolucionario porque es lo único que jamás en la historia se hubiese imaginado nadie que podría ocurrir. Invitar al cumpleaños de nuestra hija al resto de niños de su clase y que vengan a nuestra casa acompañado de sus padres es algo que nadie, y mucho menos los homófobos, podría pensar que sucedería. Y ha ocurrido en apenas una década. Y ha cambiado el modo en que el mundo nos ve a los homosexuales. Y nos ha hecho iguales. Y lo ha hecho para siempre. ¡Eso sí que ha sido una revolución!
La vergüenza y el oprobio han migrado hacia otros lados. Hace un tiempo una paciente asombrada por el pensamiento y comportamiento de su hija me comenta:
Nina se me acerca lentamente porque había terminado de hacer las tarjetitas de invitación a su cumpleaños (9), y me dice: invité a todos estos chicos, pero se queda con una en la mano.
Mirándome fijamente me enfrenta: Prométeme que no te vas enojar porque invite a Facundo, el padre no es buena persona, ya sé donde trabaja, ¡pero él es buenito! –argumentó acaloradamente-. (El padre de Facundo es juez en un Juzgado Federal…) y hasta donde nos consta heterosexual.
¿Cómo permeabilizar la pareja con (algunas más) garantías de éxito?
[caption id="attachment_12691" align="alignright" width="350"] No establecer relaciones personales con los que hagan los tríos. Buscar gente buena onda y tomar un café antes para conocerce pero, una vez garchado, si te he visto, tengo amnesia.[/caption]
Permeabilizar una relación consiste en que el sexo deje de ser algo que los miembros de la pareja practican exclusivamente entre ellos para acordar que puedan practicarlo con otra/s persona/s. Lo que se permeabiliza es la sexualidad pero nunca la intimidad ni el proyecto compartido, que siguen siendo exclusivos de la pareja. En este punto yo doy por sentado que han hablado del tema y que a ambos les parece adecuado tener sexo con otros hombres en algunos momentos. También que, entre los dos, preparen encuentros sexuales abiertos en los que ambos disfrutan al mismo nivel de una nueva situación morbosa pero que, en ningún caso, sustituirá el sexo entre uds. Si van a permeabilizar la pareja, lo mejor es que tengan claras unas cuantas cosas comenzando por si, de verdad, se quieren. A veces, el desamor comienza a mostrarse mediante el desinterés. Si están de verdad seguros de que hay amor, pero el sexo ya es un poquito rutinario, ok, pero si lo que realmente sucede es que ya no hay deseo, hay que tener el valor de romper la relación, que no te agarre pachorra. Sustituir el sexo entre dos por el sexo con otros sólo consigue posponer la ruptura. Si se siguenqueriendo, hay una serie de puntos críticos que es (muy) bueno que es mejor tener en cuenta:
- QUE SE ENTIENDA que la habituación y pérdida del deseo son un proceso natural y que no significa, en absoluto, que ya no hay interés por el otro. Uno se acaba acostumbrando a la pareja y se necesita un esfuerzo para mantener el deseo. Le pasa a todo el mundo, también a la gente que se ama (¡no seas dramático, maricón, ni confundas sexo con amor!).
- En ese sentido, empatizar el uno con el otro. Entendiendo que lo que hacés, lo hacés para mejorar la sexualidad lúdica (la que se tiene por placer y que se experimenta subjetivamente de una forma distinta a cómo se experimenta subjetivamente la “sexualidad vinculada” que es la que se tiene con hombres por las que sientes algo).
- Es bueno conocerse . Si tú jamás-en-la-vida-ni-loco-harías-un-trío-ni-un-intercambio, hay que decirlo, desde el primer momento, con honestidad. Lo peor que puedes hacer es sabotear tu pareja para seguir siendo cerrados u obligarte a ti mismo a hacer un trío que no deseas en absoluto, sólo por no perderlo a él. Sabe lo que te gusta y comunícalo con honestidad. COMUNICACIÓN. Nada es malo ni bueno: simplemente se coincide o no (asume que, tal vez, no han coincidido y punto).
- Aunque parezca obvio, no des nada por supuesto ni sobreentendido: las cosas se hablan clara y directamente.
- Ampliar los límites de vuestras relaciones sexuales y participar de encuentros con terceros, grupos u otras parejas, se hará con el propósito de romper la rutina de vuestras relaciones pero con el objetivo de que vuestras relaciones “a solas” sigan produciéndose y hasta resulten más excitantes. Lo que se busca, es mejorar la chispa de vuestro sexo a dúo. Si el sexo a solas es cada vez más soso, habrá que plantearse que tal vez lo que se necesita es algo mas que abrir la pareja.
En general las parejas llegan a terapia con toda una carga de problemas que se ha ido haciendo enorme como una bola de nieve, por intentar cualquier cosa y no consultar antes. Algunos llegan en un estado terminal, como un paciente con un tumor que luego de unos años se resuelve a ver al oncólogo.
- Otro tema importante es tener muy claro (insisto) en que ambos son la prioridad para el otro. Eso significa que si la pareja tiene un problema, se va a concentrar prioritariamente en solucionarlo pero, también, que pasar tiempo con tu novio tiene que gustarte más que garchar con otros… Cuando se empieza a demorar la vuelta a casa o se buscan actividades o cursos para justificar la vuelta mas tarde. Tal vez llegó el momento de sincerar y proponer al separación.
Cinco consejos básicos para la primera vez:
- Expresar, ambos, las condiciones: qué tipo de cosas sí harías y cuáles no (por ejemplo: tríos sí pero no orgías), con qué tipo de hombres te queres acostar y dónde buscarlos (apps, clubes, chats…), si buscas un activo/pasivo/versátil, si te gustaría jugar a sexo sumiso o tener sexo vainilla (“El sexo vainilla” prescinde de la riqueza de opciones eróticas y repite las mismas formas de acercamiento: “la iniciativa para él que lleva la iniciativa”, breve juego previo, prioridad a la penetración, y un final con más silencio que gemidos..) Planifica si los besos en la boca estarán permitidos o no, etc. ¡planifiquen teniendo presentes todos los puntos y detalles!
- No establecer relaciones personales con los que hagan los tríos. Buscar gente buena onda y tomar un café antes para conocerce pero, una vez garchado, si te he visto, tengo amnesia. Ni un trío es el sitio en que un soltero va buscando amigos (y, si lo hace, tiene un problema de habilidades sociales) ni es aconsejable intimar porque las hormonas te pueden jugar malas pasadas y confundirte mucho y haciéndote creer que te haz enamorado de algo que no es más que un divertimento, o que podés encontrar un amigo que te entienda, cuando en realidad puede que ante tuyo tengas a alguien que trate de sabotear que el no tiene. Generalmente los terceros han nacido para ser excluidos.
Son muy escasos los casos en donde funciona “la trieja” (es decir, un encuentro casual en el que una pareja abierta posibilita la entrada ocasional de una tercera persona en su práctica sexual. Una trieja es un grupo conformado por tres personas que deciden compartir una relación plena en su vida cotidiana afectiva y sexual). - Hablar también después del encuentro: ¿qué les ha gustado?, ¿qué cambiarían?... las cosas no salen perfectas desde el primer intento. Todo, absolutamente todo necesita práctica y, esto del sexo ampliado, también. Un punto importante: es frecuente, en un trío, que el tercero preste más atención a uno de los dos miembros de la pareja (es muy difícil atender a cada uno al 50% exacto). Si esto ha sucedido, comentalo y, en la siguiente ocasión, solucionalo. Lo mejor es que, el que se sienta menos atendido, tome la iniciativa y pida asertivamente más atención (nada de “…es que se ha dedicado sólo a ti…”, mucho mejor “…eh, macho, vení, que yo también quiero…”). Si el tercero insiste en dedicarse sólo a uno de uds recordale que ha venido a un trío, no a coger con uno solo mientras su pareja mira (¡es bueno ser muy claritos!)
- Permanecer fieles a los pactos y, si creés que debés cambiar algo, volvé a hablarlo con franqueza. Repactá.
- Si hay muchos problemas igual es que “el sexo no era el verdadero problema” y es otro aspecto de la relación el que necesita solución.