Ale K | Pansexualismo | Sexualidad | Si consideramos las aparentes prebendas con las que cuenta el sexo masculino, algunas mujeres se asombr...
Ale K | Pansexualismo | Sexualidad |
Si consideramos las aparentes prebendas con las que cuenta el sexo masculino, algunas mujeres se asombran
de que ciertos varones mostremos insatisfacción con el papel que nos toca desempeñar:
“¿Liberarse de qué?”, “¿Más liberación?”, “¿No les parece que nos han hecho ya bastante daño apropiándose de todo cuanto hay?”. Basta hacer referencia a la insatisfacción masculina, para que algunas voces femeninas se alcen diciendo: “¿Y acaso nosotras no sufrimos?”. Nadie lo niega.
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¿Por qué se subestima el sufrimiento masculino? ¿De dónde viene esa extraña mezcla de asombro e incredulidad cuando un varón se queja de su papel social? Se da por sentado que las supuestas ventajas de las que goza el hombre son incuestionables, y por lo tanto, cualquier queja al respecto deberÃa ser considerada como una prueba más del afán acaparador y de la ambición desmedida que lo ha caracterizado.
“¿Cómo es posible que quieran más?”. La respuesta es sencilla: queremos menos. No queremos que nos atribuyan mas cosas de las que ya tenemos. Desde la perspectiva de la nueva masculinidad, las pretendidas reivindicaciones y ganancias del poder masculino machista son un verdadero panfleto de marketing.
Hombre, mujer, transexual, no hay impedimentos para enamorarse de un otro en el mundo de la pansexualidad. "Son los diferentes modos de llamar o nombrar a las prácticas sexuales contemporáneas. Ya Freud cuando inventa el psicoanálisis hace 150 años describe al sujeto humano como bisexual. Dice que la constitución del sujeto es bisexual, sea masculino o femenino y que en el transcurso del desarrollo del aparato psÃquico, se terminan de sentar las bases durante la adolescencia. Es decir, que elige una de las dos posiciones"
El nuevo varón quiere estar acorde con un despertar espiritual del cual se ha rezagado considerablemente, desea menos capacidad de trabajo, más afecto, más acercamiento con sus hijos y más derecho al ocio. Ya no quiere estar aferrado a los viejos valores verticalistas que fundamentaron la sociedad patriarcal. El nuevo varón está cansado de ostentar un reinado absurdo y esclavizante, tan envidiado por las feministas de primera y de última generación.
Al nuevo varón no lo inquietan los mÃticos ideales. ¡Ni al Papa le creemos!
Lo más cercano a la cruz es aquel hombre que nos espera en la cama con los brazos alzados.
A todas aquellas que nos odian por ser portadores del éxito, poder, fuerza, autocontrol, eficiencia, competitividad, insensibilidad y agresión. Les regalamos el botÃn y deponemos las armas: no nos interesan.
La verdadera revolución del varón, más que polÃtica, es psicológica y afectiva. Es allà donde aparecen la vida gay, la bisexualidad, el pansexualismo. (Se dice que la pansexualidad es la capacidad de amar a otra persona independientemente de su género. Algunos pansexuales afirman que para ellos el sexo y el género son conceptos vacÃos de significado o que no tienen importancia. La pansexualidad es independiente de los tipos de amor que se puedan profesar y de los tipos de sexo que se practiquen. Los pansexuales pueden sentirse atraÃdos por otras personas en diversos planos románticos. Muchos pansexuales proponen una definición basada en la atracción por la persona o por los humanos, en general. A pesar de su orientación sexual sin distinciones entre géneros, algunos pansexuales pueden sentir preferencias por un tipo concreto de persona.)
Y me pregunto: ¿No deberÃamos serlo todos?
Que nos da derecho a Condenar a aquellos que han optado por un menu más amplio. He visto en esta pagina y me han servido de inspiración para esta columna, algunos mensajes que dejan algunos bisexuales que dicen estar con mujeres por una cuestión de mandato ¿social? (si se quiere) en donde es obligatorio per sé estar con una mina por temor a ser descubierto. Como el caso de un anónimo:
Me sentà muy identificado, también soy bisex, pero he estado más con mujeres por temor a ser descubierto. he tenido muchas oportunidades de estar con hombres heteros y fisicamente acordes a mi gusto, pero me cuesta un montón sostener una mirada o dar una sonrisa por ejemplo en un colectivo o subte, o en la misma facultad, apesar de que él otro tipo me sonrÃa y me haga un guiño, me pongo muy nervioso.
Definamos normalidad:
Hola Rodrigo, tengo 57 y siempre experimenté lo mismo que vos. Sabes algo me hace feliz ser asà y creo que a vos también debe hacerte feliz el hecho de la amplitud y de poder disfrutar el sexo más allá de lo "normal" como dicen y tener placer por nuestra dualidad. Creo que tenemos una gran ventaja sobre el resto de los "normales". Disfrutalo, creo que a más de uno le gustarÃa pero no se anima. Nosotros si y por ese simple hecho de animarnos hagámoslo sin ningún tipo de culpas porque maravillo. Pobre de los otros que se lo pierden. Besos y a disfrutar a pleno.
Leé aqui más de BISEXUALIDES Y TESTIMONIOS
El psicoanálisis sostiene que: "Hay tantas normalidades como gentes para definirla..."
O en muchos casos cuando critican a Fernando River por sus aventuras con ambos sexos y amplitud hacia el tercero, las trans. Que es como criticar a alguien por que en un restauran puede comer asado de parrilla, mariscos o carne de caza. La amplitud de gustos no hace a nadie ni mejor ni peor:
Un relato mas para desearte menos! Que asco me das! Me hiper calentas cuando contas tus levantes con pibes! Pero cuando se que te moves a un traba! Naaaaa me la ree bajas!
Lo que lo hace participe de esta revolución a Fernando River, es poder sostener y contestar desde su postura, con altura y sin subestimar como en el caso del comentario anterior, asÃ:
En respuesta a Nico. Son gustos… te cuento que también me gustan las minas y que suelo chupar ademas de coger conchas… también chupo pitos y me gusta darle a los 3 culos por igual. Creo que tenemos que relajar un poco y dejar disfrutar a la gente sin prejuicios.
Tal vez el Icono mas sobresaliente de esta corriente sea la exitosa Myles Cyrus que tiene atrapada a toda una generación de jóvenes, fue tapa de la revista británica Elle con un titular que reavivió el debate: "Soy pansexual", dijo.
"Ahora no mantengo una relación con nadie. Tengo 22 años, tengo citas, pero mi estilo cambia cada dos semanas, asà que la gente con la que estoy también. No me identifico con lo que la gente espera de los hombres y de las mujeres. Sé que soy más dura y más bestia que la mayorÃa de las personas, pero eso no me convierte en un chico. Y la otra noche me puse un vestido rosa porque me sentÃa muy sexy con él. Puedo hornear un muffin y luego irme a jugar al fútbol", confesó.
RESUMIENDO:
Es la conquista de la libertad interior y el desprendimiento de las antiguas señales ficticias de seguridad. Tal como dice el refrán: “No es rico el que más tiene, sino quien menos necesita”. Y los hombres debemos reconocerlo: hemos necesitado de demasiadas cosas inútiles para sobrevivir.