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Heteroflexibles: tienen sexo con otros hombres y no son gays...

Sí, leíste bien: hombres que tienen sexo con otros hombres y no son gays (sic). “A medida que hay una mayor tolerancia todos salimos un poqu...


Sí, leíste bien: hombres que tienen sexo con otros hombres y no son gays (sic). “A medida que hay una mayor tolerancia todos salimos un poquito de nuestros armarios”, sostienen algunos sexólogos y psicólogos.



Tú cuñado, el marido de tu amiga, el macho/chongo del gimnasio que está casado, el recién casado amigo del laburo, el mecánico de tú auto, el que acaba de ser padre.


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“Hombres que no acaban de sentirse muy satisfechos pueden tener la ocasión de tener relaciones con otras mujeres, con un hombre o probar ciertas prácticas que en otros tiempos estaban más censuradas”. He notado en la práctica del consultorio y en la vida misma que “conceptos como heteroflexible o heterocurioso están permitiendo a los hombres explorar su sexualidad sin necesidad de cuestionar su identidad como heterosexuales”. Por otro lado, Internet y todas las app que hay para conocer gente facilita el contacto, que puede ser virtual o físico. Según refieren mis pacientes, en el mundo virtual, esto se da mas en Tinder.


“La orientación sexual, está construida socialmente, son categorías rígidas y excluyentes, con implicaciones que afectan a la identidad individual y social”. En cambio, “la práctica sexual es más flexible y más libre, es un concepto descriptivo. Que un hombre emparejado con una mujer tuviera un amante no era inusual en la antigua Roma. Y jóvenes de todas las épocas han recurrido a pasatiempos de difusa carga sexual.




“En la adolescencia es bastante común que haya juegos de cierta genitalización: a ver quién mea más lejos, a ver quién la tiene más grande, hay toqueteos, hoy predomina el sexting, mostrarse virtualmente…”.


“No dejan de ser incursiones gay, pero todavía predomina el modelo heterosexual y se realizan desde la transgresión propia de la juventud”



Un nuevo modelo: SMSM


En 2006, un estudio sobre la discordancia entre comportamiento sexual e identidad sexual realizado por un grupo de investigadores entre los que me encontraba y tomando como campo de acción a la UADE, halló que 131 hombres de los 2.796 analizados admitían tener relaciones con hombres pese a definirse como heterosexuales. Basta ver el movimiento que tiene en esta página dicha Universidad.  Desde hace años, los médicos emplean las siglas HSH para referirse al conjunto de hombres (heteros o gays) que tienen sexo con hombres. Pero, recientemente, ha aflorado otro acrónimo más preciso para definir a este grupo: SMSM (straight men who have sex with other men, hombres hetero que tienen sexo con otros hombres). Portales web como este están consagrados a abordar el tema, o en otras direcciones como el sexo con gente del grupo trans.


El año pasado se publicó en EE UU el libro Not gay: sex between white straight men (No gay: sexo entre hombres blancos heterosexuales), en el que la profesora Jane Ward, de la Universidad de California, se hacía este planteamiento: una chica hetero puede besar a otra chica, puede gustarle hacerlo y aun así se la sigue considerando hetero; incluso su novio puede animarla. “La educación de los hombres ha sido bastante homofóbica. Se les ha hecho creer que es antinatural tener esos impulsos hacia otros hombres”.




No hay un hombre que sea cien por cien homosexual ni cien por cien heterosexual.



Heteroflexibles



En primera persona.


En una oportunidad me encontraba teniendo una relación muy comprometida con una persona que se manifestaba como perdido en la sexualidad, tenia relaciones homosexuales solamente conmigo, pero si teníamos impases en nuestra relación recurría desesperadamente a tener sexo con mujeres y luego confesármelo con culpa. Un día hablando de nuestra conflictiva relación le manifesté que tenía que decidir, y así se lo comenté a mi analista. O gay o hetero, le dije.

Mi analista escuchando atentamente me dijo: ¿y si se decide por ser bisexual? Es la única de las opciones que no manifestaste en tu deseo…
Esa opción no estaba, yo no la contemplaba. La relación terminó al poco tiempo.

 

“Cuando una pareja heterosexual está en crisis es habitual que algunos hombres sientan que no se entienden con las mujeres, que son incapaces de llevarse bien con ellas y es como que miran para otro lado. En muchos casos es una necesidad afectiva que sexual real”. En las relaciones con otros hombres hay un espíritu de cuerpo. Algo de la virilidad que no tiene que ser explicado.


De hecho, a veces estas relaciones eróticas esconden una necesidad de afecto que el hombre no está acostumbrado a expresar: “En los hombres hay mucha tendencia a genitalizar. El hombre es más visual que la mujer. Los códigos que se desarrollan en una tetera son muestra de ello. Prácticamente no hay palabras. Sobran las palabras.



El impulso es puramente narcisista


En relación a esto y en otros ámbitos fuera de las teteras podemos observar que entre los hombres heteros que se acuestan con hombres también hay muchos narcisistas. La camaradería que se da mucho en los gimnasios: le agrada despertar admiración y no le importa que provenga de hombres o mujeres”.
Hay hombres heterosexuales que tranzan con hombres porque les gusta; otros, porque no les queda más remedio: pensemos en aquellos privados del contacto con mujeres durante largas temporadas (¿eran gays los protagonistas de Brokeback Mountain? (Secreto en la Montaña))



“El ser humano se rige por sus pensamientos”, dijo alguien por ahí. “Y si cree que está perdiendo su sexualidad por la falta de una mujer, puede reafirmarla con otro hombre. “Si a él no le está fastidiando, ahí no hay nada que tratar”, y sostengo: cuando no hay angustia, no hay síntoma.