[caption id="attachment_7229" align="alignright" width="328"] Profe de gym todo el dia en jogging o con un sh...
El amigo de mi padre | Mi nombre es Franco, tengo 21 y esta es mi historia, cada vez que la recuerdo me caliento como ese dÃa.
Mi viejo tiene un bar y decidió irse de vacaciones dejandome a mi a cargo. Cualquier inconveniente me dijo que no dude en llamar a su mejor amigo Fernando. Él es unos años más chico que mi viejo, tiene 38 y es profesor de educación fÃsica por lo que tiene un buen lomo. Alto 1.85, todo marcado, espalda grande y fachero de cara.
Tiene fama de cojedor porque se levanta a la mina que quiere y siempre me llamo la atención su bulto. TÃpico de profe de gym todo el dia en jogging o con shorcito que hacÃa que se le marque un tremendo paquete.
Empecé a laburar los primeros dÃas muy bien, y el fin de semana ya cuando los empleados se habÃan ido, veo que por la puerta entra Fernando.
Estaba con una camisita celeste y un chupin que le marcaba todo, es medio cheto y cuando sale se viste muy bien. Me pareció que venÃa de tomar o de fumar algo porque lo vi raro.
-Todo bien Fran? Pase a ver como andaba todo
-Bien, hubo muchÃsimo laburo, estoy muerto.
-Ya cerrás?
-Si por qué?
-Tomemos una cervecita aprovechando que mañana domingo no laburas pibe.
Le dije que sà pero estaba muy nervioso, no querÃa insinuarme ni nada de eso, pero estaba seguro que le iba a relojear ese bulto, era imposible no mirarselo. Tomamos unas cervezas, fumamos unos puchos y yo ya estaba re caliente.
HabÃamos charlado del laburo, del estudio, de minas y hasta de pajas.
-Vos pendejo debes de estar cojiendo a full a esta edad.
-jaja tranqui (no sabia ni que decir). Igual vos no te podes quejar si te cojes a cualquiera.
-Noo, nada que ver. Hace rato que no la paso bien, seguro hoy llego a casa y me termino clavando una paja.
Eso me volvió loco, imaginarme a ese macho pajeándose... Uff!! no querÃa que se me note el bulto que estaba empezando a crecer, me querÃa ir.
-Che tendrÃa que ir cerrando asà no se hace más tarde.
-Dale dale, vamos, antes te ayudo a ordenar esto.
Llevamos los envases de cerveza atrás de la barra, llevé a la cocina los platos y fui a cerrar la puerta de atrás que da a un depósito. Siempre me costó cerrarla porque era vieja y estaba hecha mierda. Cuando me pongo a hacerle fuerza para que trabe, Fernando se pone atrás mÃo para ayudarme. Pienso que fue sin querer que me apoyó o no sé, pero una vez que cerró la puerta yo a propósito tiré el culo para atrás para que me siga apoyando.
Ya no se podÃa simular nada, sentÃa ese tremendo bulto en mi orto. Empece a mover la cola y me daba miedo su reacción hasta que siento sus manos en mi cintura y su boca que me empieza a comer el cuello. Empezó a hacer movimientos como si me estuviese cogiendo y ahà me di vuelta para comerle la boca. Su barbita me raspaba y su lengua llena de saliva me recorrÃa toda la boca. Con sus manos el tocaba mi cola y con las mÃas le tocaba ese tremendo bulto.
Le saqué la camisa y él me sacó la remera. No podÃa creer estar tocando ese pecho, esos abdominales. Bajé de la boca a su cuello, se volvió loco, gemÃa como nunca. Con mi lengua seguà bajando por todo su pecho hasta llegar a su bulto. Le baje el jean y tenÃa un slip blanco con la pija corrida a la derecha. Pasé mi lengua por ahÃ, hasta que no aguanté más y saqué su pija. Era enorme, gorda y larga, nunca habÃa visto algo asÃ. Se la empecé a chupar mientras le tocaba sus huevos que también eran hermosos. Estuve un largo rato pasando mi lengua por su cabeza, por el tronco, tragándomela toda. Me fascinó cuando me agarró de los pelos y me cogió toda la boca. Me dijo que pare, que querÃa hacer otra cosa y ahà no más me dio vuelta y me bajó el jean y el bóxer todo muy rápido.
En menos de un segundo tenÃa su barba y su lengua metidas en mi cola. Era increÃble como chupaba mi orto. MetÃa toda la lengua, sentÃa que me estaba cogiendo. Me lo dejó bien húmedo y yo no paraba de gemir.
-Shh qué cerrado tenés el orto! Guárdate los gemidos porque ahora sà que te va a doler.
No terminó de decir la frase que yo sentà como su cabeza empezaba a abrirme. Nunca habÃa cogido a pelo y esa sensación fue tremenda. Le dije que pare y no me dio ni bola... Siguió metiendo su pija hasta el fondo.
Me hizo mierda el culo. Estaba empernado! Fue hermoso sentir todo adentro y sus huevos rozando mi cola. Me latÃa. Empezó a cojer suave, para que se abriera bien. Yo no aguantaba más.
-Fer me estás haciendo mierda, me duele mucho.
-Shhh que todavÃa no llegó la mejor parte.
Me empezó a bombear cada vez más fuerte y yo gemÃa de dolor y de placer. SentÃa como ese verga venosa entraba y salÃa de mi cola, -que hermosa sensación-. Pensaba que Él era el amigo de mi padre y me tenia ahi contra la mesada de la cocina entregado, me tenÃa abierto de par en par y me daba pija de parado mientras me pegaba chirlos.
-Pendejo no aguanto más, te voy a llenar el orto de leche!!!
A los dos segundos empecé a sentir como su pija latÃa adentro mÃo, cada latido era un chorro de leche caliente, iba contando nueve y acabé en la mesada. Él me la dejó adentro hasta la última gota. Sacó su pija y se fue al baño.
Las piernas me temblaban y el dolor de orto era tremendo, sentÃa como seguÃa toda su leche adentro mÃo.
Fui al otro baño y cuando salimos nos dimos un beso tremendo.
-Me encantó tu pija -le dije-
-Ya lo se, siempre me miras el bulto. No te diste cuenta pero yo siempre miro tu orto.
Esta es la primera vez, pero pienso seguir haciéndotelo.
Nos dimos otro beso y se fue...
Franco