También podríamos hablar de Gerardo, un pendejito gay que desde los 8 o 9 años le chupaba la pijita a los de 11 o 12, hasta ...
También podríamos hablar de Gerardo, un pendejito gay que desde los 8 o 9 años le chupaba la pijita a los de 11 o 12, hasta que más tarde desde su deseo se lo empezarían a coger detrás de la capillita del Barrio.
Un chico que no la pasó bien puertas adentro de su casa, como tantos, por la vergüenza que ocasionaba a sus hermanos mayores y padre. En su casa sus hermanos mayores y desde que era chiquito, simplemente se referían a él como al puto.
Un pibe que sin embargo era valiente e inteligente y a los 18 años empezó a salir con sus amigas a bailar a capital y por fin conoció otro gay de unos 40 que lo alojó en su departamento de Barrio Norte y hoy vive su sexualidad con plenitud, trabaja en un Mac Donald y salió del suburbio y la familia que lo aplastaba.
Otros, consiguieron antes trabajo en capital y vivieron en pensiones en principio y nada se supo más de ellos.
Mariano L.
• Lic. En Relaciones Públicas
• Lic. En psicología
• Dr. En psicología social
• Especialista en varias orientaciones psicológicas
• Escritor