ACS - Un equipo de médicos de la Clínica Mayo, en Estados Unidos, sostienen que los pacientes diagnosticados con cáncer de próstata p...
Además, el diagnostico y tratamiento de la enfermedad pueden ocasionar al paciente ansiedad y menor calidad de vida. No obstante, los investigadores consideran que estos problemas pueden mitigarse con la ayuda de un asesoramiento psicológico.
Según el investigador Alexander Parker, la tasa de supervivencia a diez años para un hombre que se somete a esta cirugía es superior al 95%, por lo que muestra su preocupación por el tipo de vida que estos pacientes llevarán décadas después de su diagnóstico y tratamiento.
Por ello, este experto ha estudiado el efecto de la ansiedad en 365 pacientes, quedando demostrado que ésta afecta a la calidad de vida del paciente.
Los resultados también arrojan que los hombres que reportan niveles altos de ansiedad son más propensos a reportar satisfacción sexual baja y a los síntomas de la depresión. Sin embargo, Parker destaca que, a pesar de esta falta de deseo y satisfacción sexual, la ansiedad no está ligada a función eréctil baja.
Los gays que tienen penetraciones anales, generalmente nunca padecen de cáncer de próstata sobre todo los gays pasivos. |
¿Causa algún daño a la próstata, tener relaciones gay?
Al contrario, los gays que tienen penetraciones anales, generalmente nunca padecen de cáncer de próstata sobre todo los gays pasivos, puede haber algún enfermo de próstata entre los gays activos, que siempre se mantuvieron en este rol, pero en el primer grupo prácticamente es nulo.
La próstata es un órgano que cuando se estimula por masaje es como los músculos del cuerpo, la próstata de los gays nunca se atrofia por los masajes que el glande produce en las relaciones sexuales, no existe prácticamente ningún gay pasivo que padezca cáncer de próstata, un poco de inflamacion es normal pero no dañina.
Formas de mantener su vida sexual a pesar del tratamiento para cáncer
A continuación se encuentran algunos puntos para ayudarle en su vida sexual durante o después del tratamiento para cáncer. Infórmese tanto como sea posible sobre cómo su tratamiento para cáncer puede afectar la sexualidad. Hable con su médico, enfermera o cualquier integrante de su equipo de atención médica. Cuando sabe lo que puede esperar, puede planear cómo podría manejar dichas situaciones.
Tenga en cuenta que, sin importar el tipo de tratamiento para cáncer que esté recibiendo, aún conservará su capacidad para sentir placer al contacto físico. Pocos tratamientos para cáncer (que no sean aquellos que afectan las regiones del cerebro y la médula espinal) dañan las terminales nerviosas y los músculos involucrados en la sensación de placer al contacto físico y en lograr un orgasmo.
Por ejemplo, algunos tipos de tratamiento pueden dañar la capacidad para tener erecciones. La mayoría de los hombres con dificultades para la producción de semen o para tener erecciones aún pueden lograr la sensación del orgasmo con una adecuada estimulación táctil.
Esto amerita que la gente con cáncer procure la estimulación al tocarse sexualmente. El placer
y la satisfacción son posibles incluso si algunos aspectos de la sexualidad han cambiado.
Procure mantener una mente abierta sobre las formas en que siente placer sexual.
Algunas parejas tienen una visión limitada de lo que es normal en el sexo. Si ambas partes en una pareja no pueden lograr el orgasmo a través o durante la penetración, puede que se sientan defraudados. Pero para las personas que han recibido tratamiento para el cáncer, puede que haya ocasiones en que el coito penetración) no sea posible.
Estos momentos pueden ser la oportunidad de aprender nuevas formas de dar y recibir placer sexual. Usted y su pareja pueden ayudarse mutuamente a lograr el orgasmo a través del tacto y de las caricias. A veces, tan sólo acurrucarse y abrazarse puede resultar suficientemente placentero. También puede dar continuidad al placer al tocarse usted mismo. Sólo por el hecho de que las rutinas han cambiando, no significa que hay que negar las otras formas de recibir afecto y sentirse con vida.
Trate de tener conversaciones claras y recíprocas sobre el sexo con su pareja, al igual que con su doctor.
El peor enemigo de la salud sexual es el silencio. Si le avergüenza mucho preguntarle a su médico si puede o no tener actividad sexual, puede que nunca lo vaya a saber. Hable con su médico sobre sexo, y cuéntele a su pareja lo que le haya dicho el médico. De otro modo, puede que su pareja tenga temor de que el sexo
pudiera lastimarle. Una comunicación adecuada es la clave para adaptarse a su rutina sexual cuando se experimenten los cambios en su cuerpo debido al cáncer.
Si siente cansancio o debilidad y quiere que su pareja tenga una participación más activa al tocarle,
dígaselo. Si alguna parte de su cuerpo está muy sensible o adolorida, puede guiar la forma en que su pareja esté tocando para generar mayor placer y evitar dolor.
Refuerce su confianza. Recuérdese sus virtudes. Si pierde su cabello, ayúdese a verse y sentirse mejor al afeitar su cabeza con una afeitadora eléctrica. O bien, puede intentar usar diferentes tipos de sombreros que sean cómodos. Comer bien y hacer ejercicio puede ayudar a mantener su cuerpo fuerte y con energía. Hable con su médico o equipo de atención médica sobre la rutina de ejercicio que está contemplando hacer antes de iniciar, o solicite que le refieran a un fisioterapeuta. Busque algo que ayude a relajarle, como
películas, pasatiempos o hacer actividades al aire libre. Busque/Obtenga ayuda profesional si piensa que tiene depresión, o si la ansiedad le está afectando. Formas en que el tratamiento para cáncer afecta el deseo y la respuesta sexuales.
Existen algunos cambios generales en el deseo y la respuesta sexual que pueden estar relacionados con el cáncer y el tratamiento de cáncer. Los cambios específicos relacionados con ciertos tipos de tratamiento se abordan detalladamente en las próximas secciones.
Falta de deseo
Tanto los hombres como las mujeres a menudo pierden interés en el sexo durante el tratamiento para cáncer, al menos por algún tiempo. En un principio, la preocupación por la supervivencia es tan intensa que el sexo queda en como última prioridad entre las necesidades. Esto es normal. A pocas personas les interesa el sexo cuando sienten que su vida peligra. Cuando la gente está recibiendo tratamiento, puede que el deseo sexual se pierda debido a la preocupación, depresión, náusea, dolor o fatiga que surgen al estar combatiendo la enfermedad. Los tratamientos para cáncer que alteran el equilibrio normal en los niveles hormonales también pueden aminorar el deseo sexual.
Si existe algún conflicto en la relación, podría resultar en que una o ambas partes de la pareja pierdan interés por el sexo. Muchas personas que padecen cáncer se preocupan que su pareja se inhiba por los cambios en su cuerpo o por la palabra "cáncer".
Tenga en cuenta que cada parte del ciclo sexual en el hombre es un tanto independiente de las otras partes del ciclo. Por esta razón, después de algunos tipos de tratamiento para cáncer, puede que el hombre aún tenga deseo sexual y la posibilidad de eyacular sin necesariamente tener una erección. Puede que otros hombres experimenten la sensación del orgasmo junto con la contracción muscular rítmica a pesar de no eyacular semen.
Erección
La afección en la que un hombre presenta problemas para tener o mantener una erección se le conoce como disfunción eréctil. La disfunción eréctil (ED, por sus siglas en inglés) se vuelve más normal a medida que los hombres envejecen y si tienen ciertos problemas de salud, tales como diabetes, problemas vasculares (vasos sanguíneos) o derrames cerebrales.
Los tratamientos para cáncer pueden interferir con la erección al dañar los nervios y los vasos sanguíneos de la región pélvica del hombre, así como su equilibrio hormonal. A veces estos efectos secundarios no pueden evitarse cuando se requiere tener el cáncer bajo control. Tras el tratamiento para cáncer, se puede ofrecer tratamiento médico o quirúrgico para restaurar la erección. Cualquier emoción o pensamiento que no deje que el hombre sienta excitación puede interferir también en que tenga o mantenga una erección. Una ansiedad común consiste del molesto temor de no poder tener una reacción o satisfacer a la pareja (consulte la sección "¿Cuándo es útil la asesoría sexual?).
Eyaculación precoz
La eyaculación precoz (también referida como eyaculación prematura) significa llegar al clímax demasiado pronto. Los hombres que tienen problemas de erección a menudo no pueden contener el orgasmo lo cual hace que eyaculen muy rápidamente. La eyaculación precoz es un problema muy común, incluso entre los hombres sanos. Puede superarse con algo de práctica en reducir el nivel de excitación. Algunos de los
medicamentos recientes contra la depresión tienen el efecto secundario de demorar el orgasmo, lo cual es útil para los hombres que padecen eyaculación precoz. Algunos hombres también pueden usar cremas que hacen que se pierda algo de sensación en el pene. Hable con su doctor sobre qué tipo de ayuda podría ser adecuada para usted.
Dolor
Los hombres a veces sienten dolor en sus órganos genitales durante el sexo. Si la próstata (glándula prostática) o la uretra se irritan a raíz del tratamiento para cáncer, puede que la eyaculación resulte dolorosa. El tejido cicatrizal que se forma en el abdomen y en la pelvis después de la cirugía (como en el cáncer de colon) también puede causar dolor durante el orgasmo. El dolor en el pene, a medida que éste llega a un estado erecto, es menos común, aunque en algunos hombres, el pene puede desarrollar una curvatura o
"nudo" que causa dolor. Esta afección, conocida como enfermedad de Peyronie, ya no parece ser común en hombres con cáncer. La enfermedad de Peyronie se debe más a menudo a una cicatriz dentro del pene, y puede ser tratada con inyecciones, ciertos medicamentos o cirugía. Si hay algún dolor en la región genital, deberá reportarlo al médico de inmediato.
American Cancer Society