Este universo de alegría, al son de famosas partituras de la música disco y pop, dirigidas por Gaby Goldman, con color -con un fastuoso v...
Este universo de alegría, al son de famosas partituras de la música disco y pop, dirigidas por Gaby Goldman, con color -con un fastuoso vestuario, responsabilidad de René Diviú- y movimiento -la dirección coreográfica es de Elizabeth de Chapeaurouge- conserva su espíritu festivo durante todo el viaje que propone la obra.
Priscilla deslumbra no sólo por su producción imponente y su parafernalia desplegada como un mecanismo de relojería. Cada uno de los intérpretes brilla en el escenario (en los arneses y en los palcos, también) y así el todo, aglutinado por Valeria Ambrosio, es mucho más que la suma de sus partes. Alejandro Paker, una vez más, demuestra su talento descomunal, y Juan Gil Navarro se anima con soltura a este género tan complejo.
Llegó junio y un anuncio inesperado: Pepe Cibrián Campoy, encargado de ponerle el cuerpo al personaje emblema de este musical, Bernadette -una transexual que supo ser gloria del boom drag queen en el pasado y se suma al bus Priscilla para volver a las tablas con sus amigos, Adam [Gil Navarro] y Tick [Paker]-, tuvo que renunciar a su rol porque su físico no aguantaba la alta exigencia de las funciones.
Hay, por lo menos, dos problemas con la incorporación de Moria: uno es el rol que interpreta. Si bien la producción original del musical autorizó por primera vez que Bernadette sea encarnada por una mujer, el resultado es muy confuso.
El juego no se instala, por un lado, porque resulta difícil desde el lugar del espectador olvidar que se trata de la famosísima diva, y por otro, porque en su composición del personaje no codifica una transexual. Todo lo contrario. Si no fuera por las menciones a su pasado como drag queen, la lectura que se impone es que Bernadette es una mujer. La consecuencia directa de esto es que la historia de amor gay con el personaje interpretado por Omar Calicchio es absolutamente inverosímil. Otra consecuencia: incomodidad. Moria no puede brillar en escena, ergo, tampoco Bernadette, que con Cibrián se convertía en la gran protagonista de la historia, lo hace.
Sobresalen entonces los otros dos roles protagónicos: en esta nueva Priscilla... el personaje central es el interpretado por Paker, que se carga al hombro el liderazgo de la obra. El ultimo fin de semana Almorzando con Mirtha, Moria no podía pronunciar exactamente el apellido de Paker, cambiandolo por un Parker que sonó afectado. Y es que Moria es funcional a ella misma, no reconoce a nadie, y transita este personaje como si fuera cualquier otro, pensando tal vez que con ponerse unas plumas y una falda larga daba "glamour" para la platea.
Tuve la oportunidad de verla en el papel de Shirley cuando Pepe protagonizaba como Bernadette y pasaba lo mismo, la chabacanería y la bajeza estaban a la orden del día en un papel que daba para mas. Es que Moria vibra en un solo tono, lo mediocre. Anteriormente la había visto con Georgina Barbarrosa y realmente se lucia llevándose los aplausos del final.
Ahora todos tenemos una alternativa que es ver a Omar Calicchio en el papel de Bernadette este jueves, día de paro. Hace meses que el teatro no pone carteles de localidades agotadas, exactamente desde la incorporación de Moria. Pero si podes atravezar la ciudad en otro día de caos, será lo mejor para ver actor que se juega y hace una interpretación genial del papel. Recordá jueves 28-8. Alguna localidad podes encontrar seguramente.
TEATRO | CARTELERA
Direccion: Av. Corrientes 1280 - Ciudad de Buenos Aires - Teléfono: 4381-0076
Gabo Arancibia
Priscilla deslumbra no sólo por su producción imponente y su parafernalia desplegada como un mecanismo de relojería. Cada uno de los intérpretes brilla en el escenario (en los arneses y en los palcos, también) y así el todo, aglutinado por Valeria Ambrosio, es mucho más que la suma de sus partes. Alejandro Paker, una vez más, demuestra su talento descomunal, y Juan Gil Navarro se anima con soltura a este género tan complejo.
Llegó junio y un anuncio inesperado: Pepe Cibrián Campoy, encargado de ponerle el cuerpo al personaje emblema de este musical, Bernadette -una transexual que supo ser gloria del boom drag queen en el pasado y se suma al bus Priscilla para volver a las tablas con sus amigos, Adam [Gil Navarro] y Tick [Paker]-, tuvo que renunciar a su rol porque su físico no aguantaba la alta exigencia de las funciones.
Chabacanería y la bajeza estaban a la orden del día, una falta de respeto para todo el musical argento. |
El juego no se instala, por un lado, porque resulta difícil desde el lugar del espectador olvidar que se trata de la famosísima diva, y por otro, porque en su composición del personaje no codifica una transexual. Todo lo contrario. Si no fuera por las menciones a su pasado como drag queen, la lectura que se impone es que Bernadette es una mujer. La consecuencia directa de esto es que la historia de amor gay con el personaje interpretado por Omar Calicchio es absolutamente inverosímil. Otra consecuencia: incomodidad. Moria no puede brillar en escena, ergo, tampoco Bernadette, que con Cibrián se convertía en la gran protagonista de la historia, lo hace.
Ale Paker se pone la obra al hombro llevándola a buen puerto |
Omar genial como Bernadette. |
Ahora todos tenemos una alternativa que es ver a Omar Calicchio en el papel de Bernadette este jueves, día de paro. Hace meses que el teatro no pone carteles de localidades agotadas, exactamente desde la incorporación de Moria. Pero si podes atravezar la ciudad en otro día de caos, será lo mejor para ver actor que se juega y hace una interpretación genial del papel. Recordá jueves 28-8. Alguna localidad podes encontrar seguramente.
TEATRO | CARTELERA
Direccion: Av. Corrientes 1280 - Ciudad de Buenos Aires - Teléfono: 4381-0076
Gabo Arancibia