Mi historia es muy reciente, todavía esta intacta en mi mente, al apretarme los labios, el recuerdo se hace carne en mi. Tan solo con el...
Mi historia es muy reciente, todavía esta intacta en mi mente, al apretarme los labios, el recuerdo se hace carne en mi. Tan solo con el dato de un chongo amigo que me dijo que el tipo del local de la santería de la galería (por donde suelo pasar seguido antes de llegar al gimnasio o comprar ropa), era tapado y que se dejo chupar la pija enorme que tiene, siempre busque encontrarlo en la puerta del local para ver como era físicamente, pero no había caso, la vidriera estaba muy tapada y hacia adentro no se ve nada, aunque sabia que quedándome a mirar lo que venden alguien saldría y fue así.
El momento se dio. Me daba cosa quedarme en la vidriera de una santería, no soy religioso ni creo en los santos, menos en las macumbas ni nada, pero los sahumerios de limón fueron la excusa perfecta, me paro en la vereda a elegirlos ya que el estante estaba afuera, y salio el a ordenar los que había en la otra punta, HERMOSO, tez blanca, barbita prolija, estatura normal, anteojos rectangulares y unos ojos negros brillantes.
Le pido los sahumerios y le digo que me llevo esos, los agarra y entra a envolverlos, le clave la mirada muy seguro, me cobra y vuelvo a mirarlo y tardo en irme porque hacia el que los guardaba bien en el bolso y el vuelto de la billetera me dio otra excusa para volverlo a mirar y decirle gracias.
Salgo y me quedo devuelta en la vereda a "escribir un mensaje con el celular. Relojeaba a través de la vidriera. podía verlo entre las velas y escultura de santos, bajó la mirada, lo miro dos veces mas y casualidad se acerca a arreglar algo en la vidriera y me mira el. Sabia que el pique se estaba dando, sentía esa adrenalina y la alarma de puto estaba a punto de estallar, pero ya no podía quedarme mas tiempo ahí parado, entonces me alejo dos locales mas de la mano de en frente.
Sale el a la puerta del local y nos miramos, me acerco al local mas cercano, me toco el bulto, el tarda unos segundos pero también se lo toca, entra a su local dejándome bien en clara la señal. Vuelvo. Le digo "volví porque sos muy lindo" lo agradece mientras se franelea el paquete y yo me quedo sin disimulo mirando ese movimiento, le pregunte por los sahumerios que atraen el dinero y me los enseña peor nos quedamos en silencio, esperando que seamos mas concretos.
El me pregunta si quería hacer algo, sin dudarlo acepte, me hizo pasar del otro lado del mostrador, cerro el local y me invito a subir al entre piso que era mitad oficina, mitad deposito, estaba oscuro y rodeado de vírgenes, tambores, velas. y esculturas, pero estaba tan caliente que ya no había vuelta atrás,..subo primero y ansiadamente lo espero. Cuando sube nos empezamos a besar, es hermoso como su boca y sus besos. suaves pero a la vez con fuerza, no quería dejar de besarlo aunque ya notaba que había algo mejor que sus besos.
Su pija es enorme, blanca, venosa, cabeza bien proporcionada, parecía la forma perfecta de un consolador, no podía tragármela toda, pero se la mame con mucho esmero. No estaba preparado para entregar la cola y se lo propuse para otra vuelta a lo que respondió que mejor que no vuelva porque el local es de la familia y no saben nada.
Le dije que tranqui que si quería no volvía. Entonces le seguí chupando la verga sabiendo que iba a ser la primera y ultima vez. Me pide que le muestre la cola y accedí, me la tocaba y se volvio mas excitado pidiendome que me deje ser apoyado. No quería que asome mucho porque habíamos quedado en que no lo haríamos y a parte no tenia preservativo.
Así que solamente me apoyo y no se sobrepaso. Volví a petearlo hasta parar a besarnos y decirle que si a la pregunta "te puedo acabar en la boca?" no suelo hacerlo, pero esa pija lo meritaba. Sentía como la leche iba viniendo por la parte de abajo de su chota, me la trague toda, finalizando con un pete mas suave, y como estaba bajándose ahí si pude comérsela toda. Se la deje limpia y relajada.
El bajo pactando de que yo lo haga a los minutos, antes de irme tiro el gancho de querer pasarle mi numero pero no acepto. No debe querer estar atado a ningún putito ni que le llegue algún mensaje inoportuno, no me hice problema, estaba extasiado por haber conseguido mamar esa pija perfecta.
No ahora pero en un tiempo voy a volver a pararme en la vidriera y esa vez si dejarme penetrar. Cada vez que prenda un sahumerio seguramente se me va a parar la pija recordando esta aventura.
El momento se dio. Me daba cosa quedarme en la vidriera de una santería, no soy religioso ni creo en los santos, menos en las macumbas ni nada, pero los sahumerios de limón fueron la excusa perfecta, me paro en la vereda a elegirlos ya que el estante estaba afuera, y salio el a ordenar los que había en la otra punta, HERMOSO, tez blanca, barbita prolija, estatura normal, anteojos rectangulares y unos ojos negros brillantes.
Le pido los sahumerios y le digo que me llevo esos, los agarra y entra a envolverlos, le clave la mirada muy seguro, me cobra y vuelvo a mirarlo y tardo en irme porque hacia el que los guardaba bien en el bolso y el vuelto de la billetera me dio otra excusa para volverlo a mirar y decirle gracias.
Salgo y me quedo devuelta en la vereda a "escribir un mensaje con el celular. Relojeaba a través de la vidriera. podía verlo entre las velas y escultura de santos, bajó la mirada, lo miro dos veces mas y casualidad se acerca a arreglar algo en la vidriera y me mira el. Sabia que el pique se estaba dando, sentía esa adrenalina y la alarma de puto estaba a punto de estallar, pero ya no podía quedarme mas tiempo ahí parado, entonces me alejo dos locales mas de la mano de en frente.
Sale el a la puerta del local y nos miramos, me acerco al local mas cercano, me toco el bulto, el tarda unos segundos pero también se lo toca, entra a su local dejándome bien en clara la señal. Vuelvo. Le digo "volví porque sos muy lindo" lo agradece mientras se franelea el paquete y yo me quedo sin disimulo mirando ese movimiento, le pregunte por los sahumerios que atraen el dinero y me los enseña peor nos quedamos en silencio, esperando que seamos mas concretos.
El me pregunta si quería hacer algo, sin dudarlo acepte, me hizo pasar del otro lado del mostrador, cerro el local y me invito a subir al entre piso que era mitad oficina, mitad deposito, estaba oscuro y rodeado de vírgenes, tambores, velas. y esculturas, pero estaba tan caliente que ya no había vuelta atrás,..subo primero y ansiadamente lo espero. Cuando sube nos empezamos a besar, es hermoso como su boca y sus besos. suaves pero a la vez con fuerza, no quería dejar de besarlo aunque ya notaba que había algo mejor que sus besos.
Su pija es enorme, blanca, venosa, cabeza bien proporcionada, parecía la forma perfecta de un consolador, no podía tragármela toda, pero se la mame con mucho esmero. No estaba preparado para entregar la cola y se lo propuse para otra vuelta a lo que respondió que mejor que no vuelva porque el local es de la familia y no saben nada.
Le dije que tranqui que si quería no volvía. Entonces le seguí chupando la verga sabiendo que iba a ser la primera y ultima vez. Me pide que le muestre la cola y accedí, me la tocaba y se volvio mas excitado pidiendome que me deje ser apoyado. No quería que asome mucho porque habíamos quedado en que no lo haríamos y a parte no tenia preservativo.
Así que solamente me apoyo y no se sobrepaso. Volví a petearlo hasta parar a besarnos y decirle que si a la pregunta "te puedo acabar en la boca?" no suelo hacerlo, pero esa pija lo meritaba. Sentía como la leche iba viniendo por la parte de abajo de su chota, me la trague toda, finalizando con un pete mas suave, y como estaba bajándose ahí si pude comérsela toda. Se la deje limpia y relajada.
El bajo pactando de que yo lo haga a los minutos, antes de irme tiro el gancho de querer pasarle mi numero pero no acepto. No debe querer estar atado a ningún putito ni que le llegue algún mensaje inoportuno, no me hice problema, estaba extasiado por haber conseguido mamar esa pija perfecta.
No ahora pero en un tiempo voy a volver a pararme en la vidriera y esa vez si dejarme penetrar. Cada vez que prenda un sahumerio seguramente se me va a parar la pija recordando esta aventura.