Mamando a Roberto Me agaché y comencé a darle algunos lenguetazos mientras la sostenía con la mano y la sentía crecer con cada palpita...
Mamando a Roberto
Me agaché y comencé a darle algunos lenguetazos mientras la sostenía con la mano y la sentía crecer con cada palpitación, luego se la mamé con toda la pasión que podía poner en juego en esta circunstancia, Roberto solamente gemía, me costó un poco hacerla pasar por la garganta, pero finalmente pude tenerla toda dentro de mi boca al punto de poder tener su mata de pelos haciéndome cosquillas en la nariz. Lágrimas me rodaban por la cara.
Me encantaba el olor que emanaba de su sexo recién bañado, puse sus testículos en la boca, primero uno, luego el otro, volví a la verga seguí mamando mientras observaba detenidamente sus características, luego baje por sus piernas, no se porqué dirigí la boca a su hueco poplíteo (la parte posterior de la rodilla) y me encontré con que era la zona más erógena en Roberto, suspiraba y gemía en una mezcla de cosquillas y placer mientras yo mamaba con muchas ganas esa zona de su cuerpo.
Me encanta que me den placer, pero creo que disfruto mucho más cuando soy yo quién da placer a otro y en este momento ese era el caso, volví a la verga, los líquidos preseminales emergían con profusión, los saboreé y los tragué sintiendo ese sabor un poco ácido que tanto me gusta.
Gabo Arancibia