Recuerdo la noche que nos conocimos. Era enero del 2008, el calor era insoportable. Había ido al Multicine de Lavalle como siempre lo...
Recuerdo la noche que nos conocimos. Era enero del 2008, el calor era insoportable.
Había ido al Multicine de Lavalle como siempre lo hacia, los días domingos a la madrugada. Esa noche mi amigo nos presento.
El chabon me gusto desde que lo vi: como no gustar de un flaco morocho de barbita onda barrio. Yo también soy onda barrio pero cero fútbol -salvo ver partidos por tv, que si veo- Lo mire disimuladamente sin que el se diera cuenta pero había visto bastante y lo que vi estaba bueno. Me dio un apretón de manos y se presento, Daniel es su nombre, y no me saco la vista de encima. Yo pensé que tenia onda con mi amigo porque esa noche casi ni charlamos así que me dedique a mirar mucho porno solo.
Cuando habían pasado un par de horas me di cuenta que el chabon todavía estaba en el cine y pase a saludarlo, y me encontré que estaba intentando tener algo con un chabon onda barrio como el así que busque a mi amigo y nos fuimos. No daba cagarle nada. Nos volvimos a ver la siguiente semana y nos quedamos conversando, tomando y cagándonos de risa largas horas, ya había mas confianza que al principio. Daniel y yo con el paso del tiempo nos hicimos conocidos en el lugar y al poco tiempo vi que se había puesto de novio con un flaco que le iba la onda de que lo vean en bolas.
Daniel estuvo un par de meses mas con el chabon y cortaron, y las veces que yo iba siempre nos tomábamos unas cervezas y nos cagábamos de risa. Pero hace como un año atrás todo cambio.
Yo llegue de noche al Multicine, era domingo me acuerdo, y me lo encontré a Daniel en la sala hetero. Lo salude y salimos al pasillo a charlar porque no nos habíamos visto por algunas semanas. Me pregunto como andaba -le dije que bien, yo pregunte lo mismo- y me pregunto si hacia mucho tiempo había llegado. Conteste que no, el ya estaba desde hace rato.
Sin mas vueltas me pregunto si había hecho algo. No, le dije, recién entro. Ahí me pregunta -¿queres hacer algo?- y yo lo quedo mirando. Lo pensé unos segundos y le dije que si. Con una tremenda calentura me llevo de la mano al baño y nos metimos en uno de los box. El es mas petiso que yo, debe medir 160 y algo de metros, yo mido 173. Se saco la camiseta de fútbol y le vi el pecho lleno de pelos, se bajo los pantalones y cuando yo estaba por desvestirme me frena y empieza a desvestirme el a mi desesperadamente.
Me beso desaforadamente como si no besara hace tiempo, me mando la lengua bien hasta el fondo y sentí el gusto de su saliva dentro de mi boca, ahí nomas me chupo bien chupadas las tetillas y mientras me nalgueaba y me decía malas palabras. Tremenda calentura teníamos, me baje y sus huevos casi no entraban en mi boca, le besaba y le escupía la cabeza de su poronga y el gemía y gemía y eso me ponía al palo mal.
Cuando me aburrí de estar abajo le empecé a comer las tetillas como el me las comió y le di saliva en la boca para que tragara y mi pito estaba que estallaba por sus gemidos. Sus dedos violaron mi agujero, me dolió un poco que me mandara dos dedos juntos de una pero mi ojete se acostumbro rápido así que se los aguanto un buen rato, entraban y salían, llenos de saliva de su boca toda mordida y chupeteada por mis labios gruesos que no paraban de gemir pidiéndole que me diera una buena cogida.
TREMENDA GARCHADA TE MERECES, PUTAZO me dijo entre otras cosas y sentía como comía sus dedos mi agujero, me cogía con casi todos los dedos de una mano, me decía putazo, putito, siempre me gustaste, por que no me hablaste, como te cabe la mano y la chota en ese come trapo, etc. Yo no paraba de gemir, de besarle el pecho y lamerle la panza y los pelos de su pecho. Me la clavo mal contra la pared mientras me frotaba las tetillas (ALTAS TETAS como el decía por mis tetillas) y sentía su garcha moverse dentro mio, era espectacular. Lo obligue a que se pusiera en cuclillas y y me senté arriba de esa verga mirándolo a los ojos unos instantes, al toque se sentó en el piso y yo no me despegue de su poronga, lo que esa poronga me comió el hoyo es increíble, los flacos que pasaban por ahí de tan mirones que son abrían la puerta pero el los saco cagando porque la cosa solo era entre nosotros.
Cuando no dábamos mas me baño con mucha leche LAS TETAS como el dice, acto seguido me mando un par de dedos en mi agujero y para ayudarme a guasquear y lo calentó la manera en que el ano le apretó los dedos al largar yo la leche. Nos besamos, nos vestimos y quedamos en vernos otro día dentro del cine. La pasamos bárbaro, de vez en cuando tenemos algún encuentro y casi siempre me hace pelota.
Hugo Acosta