Siiii, así putito! Trágala entera que es toda tuya. – cuando dijo eso me agarró la cabeza con sus dos manos y empezó a forsarme. – Dal...
Siiii, así putito! Trágala entera que es toda tuya. – cuando dijo eso me agarró la cabeza con sus dos manos y empezó a forsarme. – Dale tiragoma, hasta el fondo!
Yo seguía saboreando ese pedazo de carne que tenía entre mis labios, dentro de mi boca. Lo recorría con mi lengua y presionaba con mis labios. Subía y bajaba rápidamente, de vez en cuando me frenaba en la cabeza de la pija y solo cubría esa parte. Lo miraba a los ojos y le saboreaba la boquita de su pija con la punta de mi lengua. En sus ojos se veía que realmente lo estaba disfrutando. Me rebajaba con la mirada, me hacía sentir poca cosa y yo disfrutaba por eso.
Tulipán