El amor en las parejas homosexuales es un tema complicado, ya que no cuentan con modelos establecidos. La relación no puede extrapolarse d...
Las parejas homosexuales son una realidad nueva en la sociedad, por lo cual no existen modelos establecidos, lo cual puede crear confusiones y dudas.
Es cierto que los homosexuales tienen una tendencia a tener un mayor número de parejas que los heterosexuales, pero no necesariamente son relaciones desprovistas de afecto o sentimiento. Los homosexuales, contrario a la creencia popular, son capaces de entablar relaciones duraderas basadas en la honestidad, pero no es correcto el reproducir el modelo de la pareja heterosexual, ya que la realidad es otra y las necesidades son otras.
Una relación de pareja entere dos hombres, no puede jamás seguir los cánones de la relación entre hombre y mujer, no es lógico que uno de los miembros de la pareja adopte el rol de mujer. Dos hombres que recibieron educaciones similares, donde están orientados a conquistar, tener una vida social activa, incluso a mandar, no se adaptarán a tomar un rol que no les corresponde. Por tanto, es necesario crear la relación en base alas personas que la integran, sin ajustarse a modelos preexistentes.
Las parejas homosexuales deben tomar en cuenta las interferencias que puedan producirse por parte de las familias que prefieren culpar de la homosexualidad de su hijo a la pareja y por tanto, tratarán de rescatarlo. Por otro lado, tenemos a los amigos homosexuales celosos de la relación, que intentarán destruirla para cumplir la máxima de la infidelidad homosexual.
La promiscuidad en las relaciones gay es un resultado natural de la conducta sexual del hombre (tanto heterosexual como homosexual), ya que no tiene reparos en separar el sexo de los afectos, ni en buscar una relación sexual por el simple hecho de desearla, sin necesidad de involucrarse emocionalmente.
Las parejas monogámicas son estructuras relativamente modernas dentro de la historia de la humanidad, tanto para homosexuales como para heterosexuales. Existen estudios de los años 60, que avalan que los homosexuales que viven en pareja, pueden aspirar a una mayor calidad de vida que los otros homosexuales.
Conocer otras parejas en la misma situación ayuda a tener un punto de referencia, y permite un intercambio de experiencias que pueden enriquecer a la pareja.
Marcos L