En la Av. Callao, entre Santa Fe y Marcelo T. de Alvear, a mano izquierda bajando por Callao, en un edificio de marmol negro, en la plant...
En la Av. Callao, entre Santa Fe y Marcelo T. de Alvear, a mano izquierda bajando por Callao, en un edificio de marmol negro, en la planta baja tenés Markus. Es un spa muy gay friendly.
Lugar muy piola, buen sauna, jacuzzi, masajistas, peluquero excelente, médicos esteticistas (todos gay) y buen servicio de bar.
Al mediodía es el mejor momento y algo vas a conocer.
Los pendejos que atienden son los hijos de la dueña. Unos histeriquitos importantes y muy cogibles.
Está bueno, porque pasás al vestuario y cuando estás en bolas viene una minita a traerte una bata, por ejemplo. Las minas se meten en el vestuario cuando estamos los tipos en bolas... y lo gracioso es que no se para ninguna pija, jajajaja...
Tiene onda, te vas a divertir.
El lugar es muy lindo y está bueno mimarse con masajes y relax.
Lo que si aclaro es que no es un cogedero como A Full. Allí la onda es relajarse y levantar "como un caballero".
Para que te des una idea, abrieron un servicio para "Teens", como para llevar pendejos adentro.
Pero la onda no es taxiboys, sino nenes de papá chetitos que les gusta la poronga. O señores, que buscan señores como ellos.
En primera persona:
El lugar es muy muy limpio y está muy bien puesto. No es un cogedero, no podes andar en bolas por ahí, porque no dá. En esta sesión de masajes, que tenía incluída, fui, y ahí estaba uno de ellos, hermoso, marcado, medio petiso.
Me quedé en bolas arriba de la camilla.
Comenzó a realizarme los masajes como todo un profesional: cabeza, cuello, hombros, espalda, y así iba bajando...
En un momento me empezó a realizar masajes en las manos, uno supuestamente debería estar super relajado, yo estaba re caliente, en eso que me empieza a realizar majases en las manos, yo también empiezo a apretar mi mano para tocarle su mano y al toque me apoya su poronga sobre mi mano, el flaco esta al palo mal!.
Siguió haciendome masajes en la espalda, mientras yo le acariciaba la poronga y el culo.
Al rato me dijo "querés darte vuelta", a lo cual accedí fácilmente, el flaco se bajó los pantalones y se subió su remera blanca, se le marcaban los abdominales que siempre quise tener...jejeje
Lo empecé a pajear, mientras el hacía lo propio conmigo, y entre toqueteo, masajes acabamos ambos arriba mio, fue cortito pero muy excitante.
Luego trajo una toalla, me limpió y finalizó el masaje.
El se retiró y a los segundos salí yo hacia la zona de las duchas para darme una con agua calentita.
La pasé de puta madre!.
Resumiendo de 1 a 5 mi puntaje es un 5
Como me gusta decribirlo a mí, son todos igual de putos que en el A Full o en Nagasaki, pero "el lujo atenúa la promiscuidad".
Gabo Arancibia