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Nuestra promiscuidad

Hay dos tipos de gais y los dos se odian mutuamente: los que cojen como conejos y lo cuentan todo, y los que cojen como conejos pero lo ni...

Hay dos tipos de gais y los dos se odian mutuamente: los que cojen como conejos y lo cuentan todo, y los que cojen como conejos pero lo niegan todo. Los primeros están orgullosos de sus conquistas y su sexualidad incontrolable y piensan que los segundos son unos armarizados, retraídos y super-pasivos que quieren ir de santitos cuando en realidad son más putas que las gallinas.

Y los segundos piensan que los primeros son unos cerdos que sólo piensan con la pija y son más mentirosos. Lo gracioso es que, la mayoría de las veces, los primeros desearían cojerse a los segundos y viceversa.

A esto súmale el drama de los Activos vs. Pasivos Vs. Versátiles. La eterna lucha. Siglos después, los gais aún seguimos divididos y confusos respecto al tema de la pasividad. Una vez más todo depende de ser o no ser masculino. Lo que, en este caso, se mide en base a quién es el que pone el culo. Los pasivos se quejan de que no hay activos de verdad, los activos se quejan de que los pasivos no son masculinos, y los versátiles son acusados de ser pasivos armarizados. Un drama que no tiene fin. ¿Vos de que lado estás?

Mariano Sepúlveda