Breve historia del culo

Quienes me conocen saben que soy un amante de los culos masculinos. Saben que me gustan y me generan un deseo imposible de describir. ...

Quienes me conocen saben que soy un amante de los culos masculinos. Saben que me gustan y me generan un deseo imposible de describir.

El culo es bastante más que la mullida parte del cuerpo que hace de nuestra posición sentada una estadía agradable...

Luego de muchos siglos de indiferencia fue Miguel Angel quien terminaria otorgando al culo masculino la dignidad que le corresponde en un cuadro tan cristiano como el Juicio Final que luce en la Capilla Sixtina.

Ya en el siglo XX encontramos un abordaje de un erotismo en el trasero que adjudica a la musculatura la capacidad de apoderamiento de todo lo que allí se acerque.

El culo funcionó, al menos hasta el presente como un término marcado frente al pene erecto. Y es alrededor de esta posición “pasiva”, feminizada por el machismo y el sexismo, que se construye no sólo la injuria (romper el culo) sino también la imposibilidad de recuperar la erogenización anal .

Entonces con el sexo anal se pone en juego vergüenza, hipocresía y hasta fascinación, que al menos en esta época en culturas diversas y separadas geográficamente intenta descubrir si el sujeto penetrado se siente orgulloso o avergonzado, si es penetrado con condón o sin él, si es un culo rico o un culo pobre, si es católico o musulmán.

Lo que sí podemos arriesgar es que, en diferentes regiones y en la diversidad cultural lo que se hace necesario, aunque de maneras diversas, es la abyección de poblaciones con culos gozadores, o no... sera ese en un futuro el verdadero quid de la cuestion?



Alan Afuera