Pude ver como el chico se sentó sobre el inodoro el señor se “paro” delante y dejo caer sus pantalones al piso que estaba completamente su...
Pude ver como el chico se sentó sobre el inodoro el señor se “paro” delante y dejo caer sus pantalones al piso que estaba completamente sucio y manchado. |
Lunes 25 de febrero. Después de realizar un trámite en Belgrano, me acerque hasta Avenida Corrientes al 2.000 (y Ayacucho) para realizar otro. Al terminarlo alrededor de las 15 hs y pronto a dirigirme a casa recordé las veces que he leído en este sitio que el Burger King ubicado en Corrientes y Callao sigue siendo un lugar de encuentro para los que gustamos de las teteras, ya lo conocía porque he participado de varias en ese baño. Entonces pensé vamos a rememorar viejos momentos.
Camine las 2 cuadras que me separaban de la casa de comidas rápidas, en el trayecto cruce la estación de subte Callao de la línea B y pensé: “cuantos recuerdos”, otro baño en donde he vivido muchas experiencias. Las tiradas de goma que me pegaron en ese baño que ya no existe a causa de los guardias que antes que lo cierren jodian a más no poder, pero estaba tan bien ubicado que si dejabas la puerta entreabierta podías visualizar cuando alguien se acercaba y te daba tiempo a separarte y subirte los pantalones. Viejas épocas… Volviendo al tema, entre al local sin vacilar y fui directo al baño, el hombre de seguridad custodiaba la escalera que descendía hacia mi punto de llegada. Como lo dije antes me dirigí sin dudarlo y así entre al baño con la misma actitud, la puerta estaba cerrada, lo tome como un indicio, el cual fue confirmado al abrirla, un hombre vestido íntegramente de color marrón salió acomodándose el pantalón rápidamente como si lo hubiesen sorprendido, salió pero volvió a entrar detrás de mío.
Para los que no conocen el baño se los describo, cuando entras en frente tenes una pared que contiene el secador de manos y el jabón líquido, a nuestra izquierda están el espejo y las piletas para lavarse las manos, a la derecha tenemos los boxes (3) con inodoros (justo frente a los espejos) y a la derecha de estos los mingitorios (también 3) cubiertos por una pared. Luego de ingresar vire a la derecha para así detenerme en los mingitorios y ver que me deparaba la tarde, delante mío entro a uno de los boxes, el que está justo al lado de los mingitorios, un chico vestido con un jean y una remera de cuello polo azul marino seguido rápidamente por el señor marrón que salió y volvió entrar detrás mío, pero el chico le cerró la puerta en la cara, el señor empujaba la puerta sutilmente, al principio, luego me recordó a mi perro cuando quiere salir que empuja la puerta con impaciencia tratando de abrirla de manera desesperada, de la insistencia el chico accedió y abrió, automáticamente el señor ingreso y como las puertas no llegan al piso pude ver como el chico se sentó sobre el inodoro el señor se “paro” delante y dejo caer sus pantalones al piso que estaba completamente sucio y manchado.
A su partida que no fue rápida si no muy lenta siguió la entrada de un pelado de aspecto masculino también con barba, oscura esta vez, llevaba puesto una camisa blanca con rayas azules y un pantalón chino verde. Nos separaba un mingitorio que luego de varios cruces de miradas desapareció. Después de un par de intentos fallidos de contacto por las muchas apariciones de personas con el fin de usar el baño me propuso ir a un lugar más tranquilo, las opciones eran: “La Pasiva”, para los que no conocen el lugar es un resto que está casi en frente de Burger King y aunque crean que es un chiste si lleva ese nombre, o La Continental, ubicado a la vuelta sobre la misma mano.
Terminamos en la segunda opción, en la primera había demasiados consumidores. La Continental nos ofrecía un baño tranquilo, poco concurrido, limpio, ventilado. Cuenta con dos mingitorios y 2 boxes, la única contra es que el espejo esta frente a la puerta y a la vez frente a los mingitorios, si alguien ingresa apurado serás atrapado. En ese momento no fuimos interrumpidos por nadie, de todas maneras fue rápido, al menos para él, yo no acabe. Me toqueteo todo lo que pudo, me endulzo el oído (seguro pensó que era necesario cuando no), me masturbo, pero yo quería mínimo una tirada de goma, garchar no se podía, no era lo suficientemente cómodo. Termino, nos lavamos las manos, el salió primero, yo segundo y cada uno continuo con su día. Espero la próxima tener mejor suerte.
Fer.