Por Ale K - Aunque no nos guste escucharlo hay que pensar que detrás de ese vorágine sexual que empieza los viernes a la noche y...
Pensar lo contrario es un síntoma de estupidez: el SIDA va a las discotecas, estudia en la facultad, esta en una reunión de directorio o tiene look fashion y unos ojos hermosos. Se esconde dentro del mas ignorante.
También sucede que es huésped en un bello y joven cuerpo que aún no ha llegado a los 20. De alguien que tal vez no sepa los requisitos mínimos de la higiene sexual. La ignorancia también es en este caso un pasaporte a la muerte.
Muchos ignoran que son portadores por una sencilla razón se ven lindos y sin síntomas. Siendo joven quien consultaría un medico por un chequeo?
Todas estas seguridades, se desvanecen cuando el medico te sienta y te dice: “Tengo que darle una mala noticia, el HIV dio positivo”.
El mundo se abre debajo tuyo y podes pasar horas en el banco de una plaza pensando que subte te deja bien parado en la vida. Un amigo me contaba que él trató que nada afectara su vida y que para él todo siguió igual. Eso es relativo, sobre todo cuando estas en pareja y logras transmitir esa sensación al que te acompaña en la vida.
¿Es lógico pensar en hacer el amor sin preservativo?
¿No tomar la medicación? Es el cansancio que hay dentro de este ambiente tan poco preventivo que hace todo tan atroz. ¿Es que nos ha dejado sin fuerzas para la lucha.?
También muchas personas dicen: “¡Empecé a disfrutar las pequeñas cosas de la vida, a partir de haberme enterado!”
Como si fuera necesario la espada de Damocles para poder asumir que la vida es linda y vale la pena ser vivida.
Tengo un amigo que prácticamente no tiene problemas, por lo menos así nos consta para lo que impone el ritmo moderno de vida, auto, casa, facha, bien dotado, lomito de gym, onda nada que ver y supongo que no se da cuenta, pero hace un tiempo que intenta contagiarse de su pareja para que la vida sea igual para ambos, algo inusual por más que uno quiera estrechar los puentes del amor.
Tiene la secreta convicción de que no se va a contagiar por ser el activo de la relación, pero por otro lado cuando tiene alguna escapada pide celosamente el uso del forro, es que hoy no te tenes que poner mal porque te metan los cuernos, lo primero que debes preguntar es: “¿Usaste forro?”
La realidad nos golpea últimamente, las cifras son claras y la comunidad gay está teniendo cifras en alza de contagio, por no cuidarnos y porque para que negarlo prácticamente no hay campañas. Cuando los gobiernos que nos rigen son demagogos el culo te lo tenes que cuidar solito, en esta y otras áreas.
El forro, el condón o como quieras llamarlo es tu única arma. Armate y anda prevenido.
Es Abogado y Psicólogo
(Trabaja en ambas disciplinas con pacientes HIV+)
También se desempeña como conductor radial
de programas con contenido para el colectivo Lgtbt
La polémica
Hace unos días escribí una columna de mi autoría Los barebackers, la que se me disparó luego de leer esta otra columna de Ale K que escribiera ya hace unos años y saliera publicada en AGMagazine
Entiendo que se generó una polémica por la postura que tomamos tanto Daniel Baños como yo ante el tema de la prevención del HIV. Nos gusta generar esa polémica para eso somos periodistas, estamos en este mundo para incomodar y mover a la reflexión. Aquél que tome el guante bienvenido a bordo!
No estamos en contra de la prevención, yo pienso casi igual a lo que dice Ale K en su columna con respecto al uso del "condón, el forro o como quieras llamarlo".
Simplemente creemos que esta no es una pagina nacida para hacer prevención y estamos totalmente convencidos que cada uno de nosotros debe como dice sabiamente Ale K "cuidarse el culo solito" en medio de un país que no invierte en campañas y que está ausente de la salud en general.
El mensaje que queremos dar es que cada uno debe defenderse en un sistema que se presenta como perverso, siendo, tal vez más perverso que el sistema.
Nos gusta la polémica pero con fundamento. Para aquellos que lo pedían, se darán cuenta que estamos hablando de SIDA, no?
Lautaro Anchorena
Daniel Baños