El virus papiloma humano VPH puede causar tres clases diferentes de enfermedades, principalmente en o alrededor del área genital (vagina, el...
Verrugas: El VPH puede causar verrugas (protuberancias pequeñas, salientes y duras que crecen en grupos), que se forman en el área genital. A veces también se las llama condylomata acuminata, o condilomas. Las verrugas genitales casi nunca se transforman en cáncer, pero su presencia puede significar que también exista displasia precancerosa.
Displasia: Son células anormales que se encuentran dentro del ano o en el interior del cuello del útero (ubicado en la parte inferior del útero o matriz). A diferencia de las verrugas, la displasia no se puede ver ni sentir. La displasia es una enfermedad que se considera pre-cancerosa. Esto no quiere decir que todas las personas que tengan displasia vayan a desarrollar cáncer.
Cáncer (carcinoma): La displasia se puede transformar en cáncer. Los cuatro tipos de cáncer más comunes causados por el VPH son el cáncer cervical, el cáncer anal, el cáncer de recto, y el cáncer de pene. Si no se diagnostican y se tratan lo más rápido posible, estas formas de cáncer pueden llegar a ser mortales.
Relación VPH y VIH
Las personas que viven con el virus que causa el sida tienen una mayor probabilidad de infectarse con el VPH, de desarrollar verrugas genitales y cáncer cervical o anal a causa del VPH que las que no son portadoras del VIH. Los investigadores todavÃa no saben si los medicamentos anti retrovirales ayudarán a reducir el número de nuevos casos de verrugas genitales o de cáncer anal o cervical, aun cuando algunos investigadores creen que el riesgo puede llegar a aumentar, debido a que los medicamentos anti-VIH han logrado que muchas personas VIH positivas puedan vivir más tiempo.
El VPH no causa signos o sÃntomas por sà mismo. Las verrugas en o cerca de la zona genital se pueden palpar con el dedo y son visibles a simple vista. La displasia generalmente no causa sÃntomas evidentes. Un análisis de sangre es suficiente para saber si hay infección con el VPH, el problema radica en que el resultado realmente no brinda mucha información, dado que estar infectado con el VPH no quiere decir que necesariamente se desarrollarán verrugas genitales, displasia o cáncer.
Si la persona descubre que tienes verrugas genitales, debes comunicárselo a tu médico. Este ordenara una biopsia de las verrugas (se toma una muestra a través de un procedimiento de cirugÃa menor), para determinar si existe la posibilidad de que éstas desarrollen cáncer.
Para establecer si existe displasia o cáncer, el proveedor de atención médica puede realizar una prueba de Papanicolau, en la cual se toman muestras de células del cuello del útero o del ano, que se examinan bajo un microscopio. Si se encuentran células anormales, se debe realizar una segunda prueba de Papanicolau para confirmar el diagnostico.
La vacuna
El laboratorio Merck & Co., ha informado el que según estudios recientes financió por la compañÃa farmaceutica, su vacuna Gardasil protege a la mayorÃa de las mujeres jóvenes del cáncer cervical y del cáncer anal a los hombres que tienen relaciones con otros hombres.
La vacuna en mención está diseñada para contrarrestar cuatro de las cepas más comunes del virus del papiloma humano (VPH). Dos de ellas causan la mayorÃa de los casos de cáncer cervical o anal y las otras dos pueden provocar verrugas genitales.
Gardasil está aprobada en Estados Unidos para la prevención de cáncer cervical y verrugas genitales en mujeres de nueve a 26 años y para la prevención de verrugas genitales en varones de las mismas edades. La farmacéutica ha informado que solicitará a la Administración de Alimentos y Medicinas de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés) la autorización de usar la vacuna en personas hasta de 45 años.
Uno de los estudios halló que tres inyecciones de la vacuna previnieron cáncer anal y lesiones precancerosas del ano en 77% de los varones jóvenes, comparado con un grupo que recibió un placebo. No hubo casos en cáncer anal en los dos grupos, pero 24 de los que recibieron el placebo y cinco de los que recibieron la vacuna mostraron lesiones precancerosas. Los hombres fueron examinados durante tres años a partir de la primera dosis.