La incorporación de una tercera persona a la escena sexual es una fantasía común pero que no es recomendable llevar a la práctica sin un di...
La incorporación de una tercera persona a la escena sexual es una fantasía común pero que no es recomendable llevar a la práctica sin un diálogo y acuerdo previo. Aquí van algunas consideraciones a tener en cuenta.
Los tríos en el sexo
La cama de tres o “trío” puede adoptar diferentes modalidades: la tercera persona puede ser varón o mujer, puede ser conocida o desconocida, puede ser una relación estable o esporádica. Se trata de una de las fantasías sexuales más comunes, y a esta altura no demasiado transgresora ya que la mayoría de las parejas estables en algún momento se lo plantean, aunque sea en la fantasía, o deciden llevarlo a la práctica.
Fantasías y realidades
Lo más importante a tener en cuenta es que la fantasía no incluye ni contempla algunos elementos que sí se presentan en la realidad. Cuando estamos teniendo relaciones sexuales con nuestra pareja y jugamos con la fantasía del trío, todo parece mágico y excitante, pero en la realidad del encuentro de esos tres cuerpos suelen aparecer sentimientos como la angustia, el enojo, la envidia, los celos, etc. y hacer que una experiencia placentera se torne insatisfactoria y conflictiva. Es muy importante considerar esto, ya que no siempre se tiene en cuenta. Muchas parejas se dejan llevar por el hecho de que resulta el hecho excitante de solo pensarlo, y no preveen lo que luego puede ocurrir.
Consejos básicos
Un trío no tiene un guión preestablecido, tal como ocurre (al menos en los mejores casos) en el resto de las relaciones sexuales. Sí me parece importante que se paute lo que NO SE DEBE HACER para evitar situaciones incómodas y traumáticas. Es decir que previamente al acto es importante el diálogo, sobre todo si en el trío participa una pareja estable. Entonces especificar claramente quienes interactúan, como, cuando y dónde lo hacen es básico. En la medida en que se repite la práctica y todos/as se encuentran más cómodos y relajados, esas reglas se pueden flexibilizar y expandir los límites o, incluso, hasta se pueden dar de acuerdo a lo que la situación sugiera.
Luego todo queda librado a la creatividad. Cómo aconsejo para la práctica del sexo de a dos, es interesante darle matices de seducción y que se sugiera mucho antes de actuar. Que se juegue con los tiempos, las palabras, los gestos, los olores, el ambiente, la música, los colores, los gustos. Y también por supuesto con fantasías más “ortodoxas” como el sexo oral de a tres, la doble penetración, posturas sexuales diversas, etc.
La primera vez no es la mejor
No suele ser la mejor, como pasa en la primera vez en el sexo. El temor a lo desconocido, la ansiedad producto de lo que uno espera de sí mismo y lo que supone que esperan los demás, los sentimientos relacionados con la pareja, todo eso juega en contra. Por eso los mejores tríos se dan luego de algún tiempo de experiencia, cuando se conoce el terreno y además se aprende a establecer las reglas del juego más claramente.
Ezequiel López Peralta.