Una columna de Fernando Garrido, sobre un texto enviado por un lector que pide reserva de su nombre. Terminaba la jornada en la oficina ...
Una columna de Fernando Garrido, sobre un texto enviado por un lector que pide reserva de su nombre. |
Pedà al radio taxi y al toque llego. Me subà sin mirar al conductor. Cuando le indique la dirección levante la vista y vi un machazo de unos treinta años al volante. El trafico estaba lento por Libertador y avanzábamos a paso de hombre. Empezamos a hablar de la edad, yo tengo 45, del cuidado personal del estar en forma, etc. y ahà me contó que estaba casado y que le gustaba la gente mas grande que el. Se daba vuelta para hablar conmigo. Hasta que un momento antes e llegar a Callao me dijo: no queres pasarte acá adelante asà nos es mas cómodo para conversar? Me baje en el semáforo y me pase adelante. puso su mano en mi pierna y me dijo: Te cuento algo? tengo la fantasÃa de un machito como vos me la mame. Me sonreÃ.
Y si salimos por el desvio? te parece bien, me pregunto. Dale le dije y cuando tomo la curva le puse la mano en su pierna, Te gusta la pija? seguà mas arriba! y asà comencé a acariciarlo por encima del jean.
Se bajo el cierre y me dijo: queres mamarla? se la acariciaba con las manos y estaba mojada.
Me calentaste me dijo; te quiero cojer! Llevame a un telo y te cojo.
Tomamos por Figueroa Alcorta y nos fuimos a un telo en Belgrano. Me llevo a una habitación y me dijo ahora vas a tener toda la pija que quieras. Me desnudo sensualmente y se puso en bolas. Te gusta la leche de macho?
Me arrodillo para que lo mamara. cuando iba a acabar lo senté en mi pecho y lo pajee con mis labios. sentà su pija latir caliente en mi boca y la leche correr. Me beso hurgando con su lengua en su leche en mi boca. Como te voy a cojer negro, me decÃa! Pero antes vamos a la ducha....fuimos a bañarnos y en el medio del baño me dice. Voy a marcar el territorio que es mio. Date vuelta: y me echo un meo caliente en mi cola que corria por mis piernas.
Me excito y me reemputecio. Nos bañamos y mojados nos fuimos a la cama. Me hizo pedirle pija me hizo delirar de placer y ya no sabia como darlñe placer a mi macho. MordÃa las sabanas y le pedÃa por favor que me cojiera y asà lo hizo. Lentamente comenzó a entrar y gozamos juntos me lleno de leche.
Fue un viaje en taxi inolvidable.
Texto enriquecido sobre el relato de un lector.
Fernando Garrido