Aunque resulte paradójico, en la mayorÃa de quienes gozan de la exhibición hay notables niveles bajos de autoestima, autoimagen y aceptac...
Aunque resulte paradójico, en la mayorÃa de quienes gozan de la exhibición hay notables niveles bajos de autoestima, autoimagen y aceptación. |
Por lo pronto, quien disfruta de esta práctica goza de elevados Ãndices de narcisismo y exhibicionismo. Cada quien sabrá cuánto los erotiza asà como cuál es el lÃmite que les pide el morbo.
Asà se mostraban en el blog Marcos y Daniel. |
Las nuevas tecnologÃas y las redes sociales promovieron la práctica, ofreciendo un mercado donde todo ese morbo puede compartirse en forma instantánea; incluso, en vivo. Hay chats o páginas web donde la gente se muestra masturbándose o teniendo relaciones carnales mientras otros las miran, comentan y solicitan tal o cual posición. De poder confirmar estadÃsticas, seguramente, nos sorprenderÃa la cantidad de adeptos que cada dÃa suma este tipo de sexo virtual.
¿Cuál es el morbo de ser visto? Para muchos, recibir el reconocimiento de sus atributos y "talentos sensuales". Para otros, donde son evidentes los escapes a la norma en cuestión de tamaños y otras formas anatómicas, el sólo hecho de mostrarse, de que alguien los mire.
Hay, por un lado, un extremo deseo de llamar la atención y, como respuesta, una poderosa dosis de excitación al sentirse observados. Aunque resulte paradójico, en la mayorÃa de quienes gozan de la exhibición hay notables niveles bajos de autoestima, autoimagen y aceptación.
Alan es hasta ahora el que ha mandado las fotos más jugadas para hacer la sección HOY LA MUESTRA |
Esto demuestra cuánto de lo real (que alguien, muchos o pocos, miren) o de lo imaginario (la suposición de que alguien pueda llegar a mirarnos) está comprometido en lo que puede llegar a convertirse en un estilo de vida e, incluso, un severo trastorno sexual.
Debemos estar atentos en caso de que se cronifique el deseo de exhibirse. Muchas veces esta proeza sorpresiva y demandante deviene en cuadros de ansiedad y depresión. En estos casos lo que se juega de fondo es, paradójicamente, cierta inseguridad e inmadurez sexual o social.
Sacarse fotos o retratarse en video puede ser tan sólo un estimulante creativo para las parejas; pero todos sabemos que cuando algo se registra es porque se espera que trascienda de ese momento.
¿Acaso cuando solo lo hacemos como un juego de dos también estamos deseando ser descubierto por los otros? Esto ya es entrar en lo público y lo privado. Cada quién sabrá cómo y cuándo hacer el "click".
Eduardo T