Sincronizadamente lo hacíamos chupar las tres pijas para que todos estuviéramos contentos . Siempre escucho historias sobre la esta...
Sincronizadamente lo hacíamos chupar las tres pijas para que todos estuviéramos contentos. |
Siempre escucho historias sobre la estación HUMBERTO I de la linea H, pero sinceramente fui un par de veces y no paso nada, no me gustó ninguno de los que pasaron, sin embargo en una pagina por la que ando siempre seguían hablando de las bondades del lugar.
Un día tuve que hacer algo en Belgrano y Jujuy y aproveché para tomar la linea en su estación VENEZUELA para hacer una conbinación. Cuando entré al baño me encontré con dos chicos parados y uno de rodilla que se estaba comiendo dos tremendas pijas, llegué los miré, me sonrieron y me puse en fila para que el pibito arrodillado se metiera mi chota en su boca. El flaco tenía los ojos hinchados y se le notaba en los mismos la emoción de tener ahí tres machos en fila esperando ser ordeñados. Cuando pelé mi chota la olió y empezó a chuparla lentamente mirándome a los ojos, algo que me fascina, se la metió hasta la garganta y parecía que los ojos se le iban a salir, uno de los pibes lo agarró de la cabeza y se lo empezó a coger por la boca y lo propio hizo el tercero.
Un viejo nos miraba y nos hacía señas para seguir, él nos cuidaba la puerta.
En unos minutos los tres estábamos ardiendo y el final se veía cerca, nos pusimos de acuerdo para acabar al mismo tiempo en la cara y la boca del pibe que estaba ansioso de guasca.
De pronto entró un cana que miró para todos lados y se puso a mear en uno de los mingitorios relojeando a todos, estaba muy bueno, de pelo corto, con el uniforme que le marcaba la pija y el culo, tenía colonia y ojos claros.
El pendejito chupapijas se vé que lo conocía porque estaba retranqui, yo me había metido en uno de los individuales y miraba la situación (había empezado a chivar)
El cana le muestra la chota al pendejito y este se arrodilla y se la empieza a chupar, a mi toda la situación me calentaba mucho....
En determinado momento los otros flacos se hicieron notar y yo abrí la puerta de mi box, nos mostramos las chotas (yo tenía cierto temor a que todo fuera una trampa o algo así...), cuando de golpe el cana se guarda la chota, va hacia la puerta y la cierra con una traba que habia en el piso. Ahí me cagué de miedo, pero tenia la pija al palo. El cana se da vuelta y mirando al pibito le dice en que andaban? -pelando su chota- nos mira a nosotros y todos lo fuimos rodeando al pendejo y nos pajeábamos. El cana me guiño un ojo -haciendo un gesto de: que pija grande!- y mirándome frunció el ceño y gimiendo empezó a enguascar al nene que se tomaba toda la leche, le salian unos chorros largos y potentes que caían directo en la boca del pendejo que estaba con la boca abierta de par en par, nos miramos con los otros chicos y empezamos enguascarlo nosotros también largando chorros cruzados directos a la boca, algunos les caían en la cara o los ojos, pero el pibe se tomaba todo, el cana con la cachiporra le metia la guasca que tenia en la cara dentro de la boca.
Cuando todos terminamos dijo: "Esperen, no lo van a dejar así!". El pibe me la empezó a chupar y a limpiar mi chota que todavía tenía hilos de guasca y el cana le empezó a meter el cabo de la cachiporra enguascada en el orto, el pibito acabó al toque, me miraba con la cara llena de leche y se reía. El pendejo estaba en Disney!
Automáticamente todos enfundamos las pijas, nos arreglamos y sin mediar palabra salimos del baño. Me crucé con uno en el andén (tenía una pequeña mancha de semen en su bragueta), nos miramos complices, pero cada uno siguió su camino.
Lautaro Anchorena